El Ibex terminó la sesión al frente de los índices europeos gracias al buen comportamiento de los valores bancarios, excepto el Popular, y a un balón de oxígeno ofrecido a Grecia para cumplir con un vencimiento inmediato de 5.000 millones de euros. Y es que todo gira en torno a que Atenas se aleje del impago de deuda a corto plazo y que, posteriormente, sea capaz de contar con fondos garantizados suficientes para no recaer en esa amenaza constante de insolvencia. Por ahora, lo primero está a punto de lograrse, mientras que lo segundo se sigue debatiendo. En esta línea, ya se prevén nuevas discusiones para formalizar otra quita de la deuda. Esta leve mejoría en el drama griego sirvió para alejar la rentabilidad del bono del Estado español del 6% y sujetar la prima de riesgo en los 450 puntos. El resto de referencias, sin embargo, tenía carácter negativo: subida del IPC al 3,5% en el Estado español, aumento del miedo al reajuste fiscal previsto en Estados Unidos y caída de la confianza empresarial alemana. Estos obstáculos no impidieron al Ibex sumar un 1,66% gracias al empujón de las dos horas finales. Hoy saldrá con 7.693,40 puntos. Las subidas de Fráncfort (+0,01%), Londres (+0,33%) y París (+0,56%) fueron más modestas. En el Ibex, Santander (+3,59%), BBVA (+3,42%) e Iberdrola (+2,60%) lideraron los avances. En el otro extremo de la lista terminó Popular, que se hundió un 12,37% en vísperas del comienzo de la ampliación de capital. En París, las mayores alzas fueron para Crédit Agricole (+3,12%) y BNP Paribas (+2,44%), frente a Alcatel-Lucent (-2,57%), el peor de la jornada.