Hamas protesta ante Naciones Unidas por los ataques aéreos israelíes
Hamas presentó el lunes una queja formal ante Naciones Unidas por los ataques aéreos israelíes contra la Franja de Gaza, mientras los ataques persistían y Tel Aviv se preparaba para una eventual operación militar contra el enclave, aunque antes barajaba otras opciones.
GARA | GAZA
El Gobierno de Hamas en la Franja de Gaza solicitó el lunes al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que presione a Israel para que ponga fin a sus bombardeos contra este territorio, que desde el sábado se han cobrado la vida de cinco civiles y dos milicianos palestinos, según informó el portavoz de la formación islamista, Taher al-Nunu.
Mientras tanto las facciones palestinas, incluidas las Brigadas al-Quds, de la Yihad Islámica, que han reivindicado el lanzamiento de 120 proyectiles desde este enclave palestino contra territorio israelí, abrieron a última hora del lunes la puerta a una tregua tras la reunión convocada por Hamas a condición de que Israel «cese su agresión». Al término del encuentro, indicaron que actuarán en concordancia con la postura que mantenga Israel, una formula utilizada en otras ocasiones para ofrecer una tregua.
Tel Aviv no solo no había respondido al cierre de esta edición, sino que seguía estudiando una posible respuesta militar ante el lanzamiento, el lunes por la noche, de otros tres cohetes. Esa misma noche Israel volvió a bombardear Gaza, sin causar víctimas aunque, según la versión del Ejército sionista, se destruyeron un depósito de cohetes, dos puntos de lanzamiento de proyectiles y un centro de entrenamiento para las brigadas palestinas. Ayer, la tensión se había rebajado considerablemente y solo se contabilizó el disparo de un cohete contra Ashdot. Sin embargo, el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, subrayó que la respuesta sionista «aún no ha terminado», aunque no quiso concretar más.
Egipto, mientras tanto, seguía tratando de mediar para lograr un cese de hostilidades, infructuoso hasta el momento.
En paralelo, el primer ministro sionista, Benjamin Netanyahu, mantuvo el lunes por la noche una reunión para valorar su respuesta. «Tomaremos las acciones necesarias. No es solo nuestro derecho, también es nuestro deber. No nos quedaremos de brazos cruzados a estos ataque que se repiten casi todos los días», señaló.
No obstante, según medios locales, Netanyahu prefiere de momento endurecer los bombardeos aéreos sobre Gaza a lanzar una ofensiva militar terrestre de gran envergadura similar a la operación «Plomo Fundido», que dejó 1.440 palestinos y 13 israelíes muertos entre el 27 de diciembre de 200 y el 18 de enero de 2009, ya que «teme» la respuesta de Egipto, aunque haya preparado a la opinión pública para esta posibilidad. Mientras, Israel estudia recurrir a los «asesinatos selectivos» contra miembros clave de las milicias armadas y a la destrucción de las infraestructuras del Gobierno de Hamas en este territorio palestino.
Esta nueva ola de violencia estalló el sábado cuando Israel respondió al lanzamiento de un cohete contra un jeep militar israelí en la Franja de Gaza que hirió a cuatro soldados.
Yariv Levin, diputado del Likud, el partido de Netanyahu, aseguró durante un debate electoral televisado que el primer ministro de Gaza, Ismail Haniyeh, «debe ser eliminado» porque «es un terrorista y no debe continuar».
El asesor de Seguridad Nacional del presidente Barack Obama se entrevistó el lunes con su homólogo israelí en la Casa Blanca, con Siria e Irán como cuestiones centrales y cuando aumenta la tensión entre Israel y Siria, por un lado, y con la Franja de Gaza, por otro. Esta es la primera reunión de alto nivel entre estadounidenses e israelíes en la Casa Blanca desde la reelección de Obama, el 6 de noviembre.
Tommy Vietor, portavoz del asesor Tom Donilon, dijo que la delegación sionista estuvo encabezada por Yaakov Amidror, jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Israel, y agregó que la reunión forma parte de «las consultas regulares entre EEUU e Israel, de acuerdo con nuestra fuerte asociación y la continuidad de nuestro compromiso inquebrantable con la seguridad de Israel».
El domingo, Obama manifestó al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, su oposición a su demanda de que Palestina sea reconocido Estado no-miembro de la ONU. Además, dos días después de su reelección habló por teléfono con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien se juega el cargo en las elecciones de enero y es cuestionado por el ex primer ministro, Ehud Olmert, que le reprocha haber tomado partido por Mitt Romney, el rival de Obama. GARA
Cien personalidades y asociaciones cristianas palestinas pidieron ayer a la UE que apoye la solicitud de elevación del estatus de Palestina a Estado no-miembro de la ONU a finales de mes con el fin de «promover una verdadera paz».
