Los países de Latinoamérica y el Caribe volvieron a solicitar ayer en la Asamblea General de Naciones Unidas el fin del embargo comercial y económico impuesto por Estados Unidos contra Cuba hace medio siglo.

Otros bloques, como el Grupo de los 77 (países en desarrollo y emergentes), el Movimiento los No Alineados, y naciones como Rusia o China, expresaron igualmente su oposición al embargo, que se ha transformado en un «sistema grave que genera enormes injusticias para el pueblo cubano», manifestó durante el debate el representante de Chile en nombre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

La embajadora de Brasil, que habló en nombre de Mercosur, insistió en que el bloqueo «genera carencias y sufrimiento a la población cubana», y denunció que «limita las posibilidades de desarrollo» del país.

Ambos representantes criticaron las «medidas extraterritoriales» como la ley Helms-Burton, que afectan a otros estados y a la libertad de comercio y navegación.

México, por su parte, resaltó que este tipo de medidas causan «graves consecuencias humanitarias» y tienen un impacto negativo en el desarrollo económico y social del país.

El representante venezolano instó al presidente estadounidense, Barack Obama, a «hacerse eco del clamoroso sentimiento de este continente».

El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, recordó que la Asamblea de la ONU ha aprobado 20 resoluciones instando a poner fin a esta política, que «le resta credibilidad a la política internacional de EEUU y es un escollo insalvable en su cada vez más incómoda relacion con America Latina y el Caribe»