Las declaraciones sobre las circunstancias del arresto de Aurore Martin de los ministros de Interior y de Justicia, así como las realizadas por el propio presidente Francois Hollande el martes, siguen generando reacciones en Ipar Euskal Herria.

Electos y representantes políticos como Max Brisson (UMP) o Olivier Dartigolles (PCF) han vuelto a poner en solfa la credibilidad de la versión oficial que afirma que el arresto fue fortuito y sin decisión política previa.

Pero la reacción más enérgica ha venido de la familia de Martin que ha hecho llegar a los medios de comunicación un informe en el que argumenta su incredulidad respecto a las aseveraciones oficiales.

Ocho testimonios

Así, desmiente de nuevo que Martin viviese en la clandestinidad, como afirmó Valls a ``Le Parisien'', y para probarlo aporta documentos en los que se puede verificar que estaba en contacto con instancias administrativas oficiales para renovar documentos.

Además, han recopilado ocho testimonios de personas que pasaron los controles en la zona donde el 1 de noviembre fue detenida la militante abertzale.

Basándose en los detalles recogidos, la familia afirma que la manaña en la que fue detenida «se detectó una agitación anormal en la Gendarmería de Maule». Remarca, asimismo, la importancia de los dispositivos policiales presentes en las cuatro carreteras que llevan a la rotonda de Garindaine donde fue detenida que, en su opinión, no se corresponden con un vulgar control de seguridad de tráfico.

A algunos de los conductores les hicieron la prueba de alcoholemia, a otros ni siquiera les pidieron los documentos de identidad y hubo quien no fue sancionado por una infracción relacionada con una irregularidad administrativa de su coche.

A los pocos minutos de identificar a Aurore Martin, los gendarmes retiraron el control, extremo constatado por una amiga que, tras ser avisada por la hermana de la zuberotarra a quien había enviado un mensaje advirtiéndole de que estaba en un control, se acercó a la rotonda de Garindain a las 16.20 y solo encontró su vehículo.

Aporta otros en los que «se prueba que existía un acuerdo tácito para dejar en paz a Aurore». Así, incluye unas declaraciones a la radio France Bleu Béarn del ex primer ministro François Fillon donde asegura que «la decisión jurídica es indiscutible, pero mi gobierno no tomó jamás la decisión de ejecutarla porque considerábamos que no era necesario. Veo que el señor Valls la ha tomado».