El delantero del Paris Saint-Germain Zlatan Ibrahimovic acaba de llevarse el galardón de Jugador del Año en Suecia. Sancionado con dos encuentros por su golpe marcial al portero rival -es cinturón negro de taekwondo y un tío suyo fue destacado púgil de la exYugoslavia-, su equipo empató este fin de semana y ahora es colíder con el Olympique de Marsella en una Ligue 1 más apretada que nunca, donde los tres primeros clasificados empataron y del líder al noveno, el Rennes, solo hay cuatro puntos de diferencia.

Es la sexta vez que Ibracadabra es nombrado mejor jugador sueco, un premio que no le consolará por no ser el próximo Balón de Oro, aunque sea el candidato que más se embolsa al año. Quizá por eso haya otro galardón que seguro le haría mucha ilusión. Si el `9' del Bayern Super Mario Gómez escribió ``Ich. Erfolg kommt von innen'' (Yo. El éxito sale de dentro); el exportero Oliver Kahn hizo lo propio con ``Nummer eins'' (Número uno); el capitán red Steven Gerrard firmó ``My Autobiography'' y ``My Captain's Book: Secrets Behind the Armband'' (Mi libro de capitán: Los secretos del brazalete); el exbarcelonista Lilian Thuram ``Mes étoiles noires'' (Mis estrellas negras) sobre los oriundos de África; y Steve Bruce, excapitán del United y ahora entrenador, publicara tres novelas tituladas ``Striker!'' (Delantero), ``Sweeper!'' (Líbero) y ``Defender!'' (Defensa)... por qué iba a ser menos Zlatan Ibrahimovic. Ha empezado, cómo no, por su autobiografía y da fe de lo apasionante que debe resultar su vida que el libro está nominado al premio literario sueco más prestigioso: El August.

Ibra ha tenido la mala estrella de destilar fútbol en la misma época que Messi o Cristiano Ronaldo, como a los Zico, Fracescoli o Platini les pasó con Maradona, y claro, como ha dicho el marrullero inglés ahora en el Marsella, Joey Barton, «si Ibrahimovic merece el Balón de Oro yo merezco el Premio Nobel de la Paz». Barton, quien, como alguien dijo, si escribiera una lista de los enemigos de los que debe vengarse sería más larga que la de Uma Thurman en ``Kill Bill'' -«Tévez es un mercenario», acaba de acusar al argentino-, se le conoce, además de por haber estado en prisión, por su clásico bigote. Una seña de identidad que durante este noviembre no será exclusiva de él, al menos en el fútbol del que es originario.

El gunner Teo Walcott fue uno de los goleadores del Arsenal esta semana, en su empate a tres -incluido un penalti fallado en el último minuto por Mikel Arteta- en casa, y lució un vistoso mostacho, al igual que otros jugadores en las Islas. ¿La explicación? Una campaña contra el cáncer de próstata. Y no, no, Diego Maradona no lleva desde hace años esa profusa barba en solidaridad con su amigo Fidel Castro, sino que la luce desde febrero de 2010 cuando uno de sus perros lo mordió en un labio y le dejó una gran herida.

Otro de los iconos esta jornada en la Premier League fue la clásica amapola en la solapa que visten jugadores y técnicos en los partidos, en el conocido como Remembrance Day o Amnistice Day, cada 11 de noviembre, en recuerdo a los hombres y mujeres fallecidos durante las dos guerras mundiales y otros conflictos. También es conocido como Poppy's Day, porque es tradicional llevar la citada amapola artificial vendida por la Royal British Legion, una organización benéfica dedicada a ayudar a los veteranos de guerra.

La polémica saltó en el choque Sunderland-Everton, cuyos jugadores portaban dicho distintivo a excepción del mediocampista de los Black Cats James McClean, nacido en Irlanda del Norte e internacional con la República de Irlanda. No fue el único, el técnico local, Martin O'Neill, quien también nació y se crió en Derry y jugó para Irlanda del Norte, llevó la amapola en su traje en el postpartido, pero no quiso lucirlo tampoco en su vestimenta durante los noventa minutos anteriores.

Neymar, el chico de oro

Pero para dimensión la que está tomando la temporada de dos históricos ingleses, un Arsenal y un Liverpool que, tras once jornadas, juntos solo suman un punto más que el líder United. Los reds, eso sí, consiguieron esta semana un valioso emparte en el feudo del Chelsea, con dos protagonistas con desigual fortuna: marcó el capitán Terry de cabeza, tras cuatro partidos de suspensión por insultos racistas, Luis Suárez le lesionó luego en una jugada fortuita y para varias semanas, y el Negrito -como su abuela llama al uruguayo- hizo las tablas. La buena noticia para los del magnate Abramovich es que desde su llegada al club londinense en 2003, la pasada fue la primera campaña en la que el Chelsea reportó beneficios, un millón de libras. Dinero que, por cierto, le vendría bien al Liverpool, después de que su nueva estrella, el juvenil de 17 años Raheem Sterling -lo trajo Rafa Benítez por 600.000 euros- haya pedido un contrato de 2,5 millones de libras anuales.

Hablando de money, money, el Atlético Mineiro quiere mantener en el equipo a su estrella Ronaldinho y para ello le ofrece pasar de ganar 115.000 euros al mes a 350.000. Debe apostar fuerte ya que corre el rumor de que el Santos le pretende al lado de Neymar. Un delito contra las defensas contrarias, como alguien ha sugerido.

En el Brasileirao se ha proclamado campeón el Fluminense de un viejo conocido blaugrana, Deco. El Santos de Neymar, de capa caída, perdió en casa de un equipo ya descendido, lo que explica el malestar del astro carioca con su equipo. El aspirante al Balón de Oro suma ya 139 goles en 234 partidos a sus solo 20 añitos; a esa edad Messi llevaba 51 y Cristiano Ronaldo 36, claro que Brasil no es Europa. También Pelé hizo números estratosféricos, pero al abrigo de su Santos y la selección brasileña.

Neymar es un filón futbolístico y económico. Una docena de personas -entre empleados del club y del propio futbolista- se ocupan de la explotación de su imagen, que cuenta con hasta diez patrocinadores, caso de Volkswagen, Nike, Banco Santander, Panasonic... De momento, el Peixe, el club de Río, le tiene atado hasta 2014, a razón de millón y medio de euros mensuales, de los cuales la entidad apenas pone el 10%; el resto, lo apoquinan empresas. Ronaldinho, cuando jugaba en Flamengo, cobraba el 80% de su contrato de la firma Traffic.

Según los datos publicados por el periodista Juan Pablo Villalobos en la revista ``Gatopardo'', los ingresos del Santos pasaron de 60 millones de reales en 2009, a 120 millones en 2011, y las previsiones indican que llegarán a 160 millones al cierre de este año. El salto más grande se dio en lo que se paga para figurar en la camiseta: 30 millones de reales el año pasado, cuando en 2009 habían sido 7,5 millones. Por derechos de transmisión de televisión son 55 millones de reales anuales, más del doble de lo que cobraba antes. Y una más: Nike le paga 12 millones anuales por vestir al equipo, mientras que Umbro -la marca anterior- abonaba 6 millones.

Un informe de la consultora local Pluri ha señalado a Neymar como el sexto jugador más valioso del mundo, lo que no impide que, sorprendentemente, no sea el que más camisetas venda en Brasil, privilegio que se lo quita Paulinho, del Corinthians, el equipo más popular del país, y el Cabezón Andrés D'Alessandro, argentino del Internacional de Porto Alegre.

Octava remontada del United

Seguro que al joven Neymar le gustaría como ha dicho Cristiano Ronaldo a la CNN, ir de vez en cuando a McDonald's de incógnito. Misión imposible ante tanta segura demanda de autógrafos imposibles de rechazar, no vayan a tener una cláusula como Anelka y Drogba, obligados por el Shanghai Shenhua a pagar 60 euros por cada garabato que nieguen a un fan chino. Y ojito con mentir, que después de leer que el Lokomotiv Plovdiv, equipo de la Primera División búlgara, somete a sus jugadores a un detector de mentiras para encontrar las causas de las derrotas... Cualquier cosa.

Quién sabe si el checo Zeman echó mano del citado artilugio para preguntar a sus jugadores por la derrota en el clásico capitalino en la Seria A, donde la Lazio se impuso por 3-2 a la Roma, hubo apagón de luz, dos expulsados y dos seguidores visitantes acuchillados. 23 goles encajados en 12 jornadas es el peor registro de la Roma en 62 años. La Juve goleó 1-6 al Pescara y el Inter cedió un empate, interrumpiendo su racha de 10 victorias consecutivas.

En la Premier inglesa mandan Manchester, con United y City en cabeza. Los red devils remontaron un 2-0 ante el Aston Villa -octava vez que remontan esta campaña- gracias a una tripleta del Chicharito Hernández, que salió del banquillo en la segunda mitad, y los sky blues, ya con un gran Silva, ganaron 2-1 al Tottenham gracias al tanto de otro suplente de lujo, Edwin Dzeko.

En Alemania, el Bayern mantiene su ventaja de siete puntos tras ganar al Eintracht Frankfurt, tercero. El segundo, el Schalke. Y segundo en Escocia es de manera sorpresiva el Celtic, que empató en casa y ahora es líder el Hibernian, que casi desciende el curso pasado. ¿Llorará de nuevo Rod Steward como tras la victoria contra el Barça en Champions, por cierto, la única persona, el cantante, que junto actor y cómico escocés Billy Conolly tiene reservado de por vida asiento en Celtic Park?