Criticado en octubre por el Partido Comunista de Vietnam (PCV) en el poder, el primer ministro, Nguyen Tan Dung, fue objeto ayer de un ataque público sin precedentes con una petición de dimisión realizada en la Asamblea por un diputado que censuró su gestión de la crisis económica. Unas semanas después de una reunión del Comité Central del PCV, en la que consiguió eludir una medida disciplinaria, los parlamentarios se ensañaron con su balance.

«Es hora de asumir la verdadera responsabilidad, no solo de pedir disculpas», declaró el diputado Duong Trung Quoc, que apeló a Dung para «avanzar hacia una cultura de la dimisión».

«La gente se pregunta pór qué el primer ministro no concede a su responsabilidad frente al pueblo la misma importancia que a su responsabilidad frente al partido», agregó.

Es la primera vez que un diputado osa pedir públicamente la renuncia del jefe del Gobierno en un país acostumbrado a los debates políticos a puerta cerrada en donde la aparente unanimidad en el PCV jamás se ve empañada.

Una moción de censura tendría, sin duda, pocas posibilidades de éxito en una Asamblea considerada como un simple registro de las decisiones adoptadas en el partido. Pero las declaraciones de Quoc pueden querer mostrar la debilidad actual de Nguyen Tan Dung.

Otro diputado, Nguyen Ba Thuyen, incidió en que el fracaso económico del Gobierno ha mermado la confianza de la población.

«El primer ministro ha admitido errores, pero lo que va a hacer para corregirlos no está claro», afirmó. «¿Cuáles son sus planes para superar la debili- dad de nuestra gestión económica, para supervisar las empresas públicas, y cuando se va a acabar con estos problemas?».

Dung, elegido por el partido a principios de 2011 para un segundo mandato de cinco años, es considerado responsable de la corrupción rampante y de la crisis del sistema bancario, atacado salvajemente por las deudas tóxicas.