Carlos Aguirre, consejero en funciones de Economía y Hacienda del Gobierno de Gasteiz, reconoció ayer que deja la economía vasca en una crítica situación. Hasta el tercer trimestre, el PIB interanual cayó un 1,3%, algo menos del 1,6% de bajada del Estado español, aunque lo peor se encuentra en el lado de la creación del empleo, porque se destruyó un 2,2% de empleo neto y se espera que el próximo año caiga otro 1,6%.

En el último trienio, como especificó ayer Eustat al presentar las cuentas económicas de la CAV, documento que fue utilizado por el consejero Aguirre para analizar la situación, se han destruido 31.681 puestos de trabajo. En ese periodo, la mayoría sindical vasca ha reclamado al Gobierno de Gasteiz un giro de 180 grados en las políticas económicas y de empleo para no ir a peor, petición que ha sido desoída.

En su despedida del cargo, Carlos Aguirre admitió que el Gobierno de Patxi López asumió la legislatura «en el momento más profundo de la primera recesión» y «acabamos dentro de una segunda. Entramos a gobernar en el momento más crítico, cuando la economía vasca caía a un ritmo superior al 4% y salimos desgraciadamente con la economía en retroceso, aunque con una caída más suave, del 1,3%». Aguirre admitió que la política de austeridad que se ha impuesto en la Unión Europea ha generado ese ahogo de la actividad y recordó que «España se enfrenta a un panorama todavía más duro que la media europea», lo mismo que la economía vasca. Sin embargo, a pesar de conocer esas consecuencias, el Gobierno de Gasteiz siguió las directrices del Gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero y tan solo ha realizado algunas poses de rechazo frente al Gobierno de Mariano de Rajoy, pero aplicando los recortes que se han impuesto desde Madrid.

De cara a 2013, las perspectivas también «son negativas» ya que se estima que «la economía caiga un 0,8%», con caídas generalizadas de la actividad en el primer semestre y con «la esperanza» de que a partir de junio retorne a «tasas intertrimestrales positivas aunque insuficientes para que el PIB crezca en el conjunto del próximo ejercicio», manifestó Aguirre. A su juicio, «será muy complejo» que se pueda crear empleo y admitió que la herencia que recibirá Iñigo Urkullu es difícil.