GFI Norte, empresa situada en el centro de Bilbo, con delegaciones en Zamudio y Gasteiz y dedicada al negocio de la informática, ha despedido a una trabajadora en situación de reducción de jornada por maternidad y con diez años de antigüedad. Entre sus principales clientes del sector público están la Diputación de Bizkaia y el Gobierno de Gasteiz.

ELA denuncia que «no es la primera vez que utiliza la represión». En 2011, recién firmado el convenio de Oficinas y Despachos de Bizkaia, y «tras haber obtenido un récord histórico de beneficios en 2010, repartiendo 2 millones entre sus accionistas», declaró que no podía pagar a sus trabajadores lo fijado en el convenio y «se descolgó del mismo».

«El Preco frustró su intento quitándole la razón mediante un informe económico demoledor, pero en este momento vuelve a la carga», criticó la central.