El vicepresidente económico de la Comisión Europea, Olli Rehn, trataba ayer de echar un cable al Gobierno español alabando sus esfuerzos para reducir el déficit, pero terminó ampliando la sospecha de que va a incumplir sus compromisos con un margen excesivo. En este complejo contexto, los analistas e inversores esperaban algo más: una advertencia directa sobre la necesidad de solicitar el rescate para despejar las dudas de futuro. De este modo, la prima de riesgo y la rentabilidad del bono, que siempre han evolucionado de forma favorable ante las expectativas de la petición de la ayuda financiera, volvían a escalar posiciones para superar los 460 puntos y acercarse al 6%, respectivamente. Con todo, el Ibex fue el índice que mejor soportó la nueva vacilación de Bruselas. Hoy comenzará con 7.673 puntos, después de ceder un 0,27%. En Londres (-1,11%), París (-0,89%) y Fráncfort (-0,94%) las caídas fueron más contundentes. Dentro del Ibex, el interés se focalizó en el sector financiero. El Banco Popular sumó un 3,02% en el primer día de cotización de los derechos de ampliación. Técnicas Reunidas (+3,71%) y Endesa (+1,76%) completaron el podio de los mejores. Entre los otros bancos, destacó el leve repunte del BBVA (+0,14%) frente a la caída del resto. Santander bajó un 0,68%, Bankia, un 1,37%, y Bankinter, un 1,23%. Sin embargo, los valores más castigados fueron Abengoa (-7,13%), Sacyr (-5,49%) y FCC (-4,58%). En París, los mayores retrocesos fueron para EDF (-4,76%) y Crédit Agricole (-1,98%). Por su lado, Vivendi (+4,67%) celebró los buenos resultados del tercer trimestre.