Hay quien dice que los partidos importantes, y la semifinal del sábado en el Labrit lo es, y mucho, comienzan mucho antes de que los jueces lancen la chapa que decide quién hará el primer saque. Gestionar la presión y las expectativas previas puede resultar muchas veces incluso más resolutivo que elegir el material adecuado a las características de cada uno y, en esa guerra sicológica previa a la semifinal, Pablo Berasaluze dio el primer paso al colocar el cartel de favorito a su rival.

«El favorito es Oinatz, ha estado en finales de campeonatos importantes como el Manomanista y juega muchísimo mano a mano. En este tipo de partidos, como son las semifinales, tiene más experiencia que yo y quizá salga más tranquilo. Para mí es la primera semifinal e intentaré salir lo más tranquilo posible», señaló el de Berriz que, a sus 35 años, afronta su primera semifinal individual.

Con siete años menos de edad, Oinatz Bengoetxea es un asiduo en las semifinales del Manomanista -desde 2008, año en el que se proclamó campeón, solo ha faltado en el exclusivo campeonato de 2010- pero la de este año también es su primera semifinal del acotado y no comparte demasiado la opinión de su rival pasado mañana. «No lo veo así pero tampoco me importaría. Al final, ser favorito no gana los partidos. Para mí Pablo es tan favorito como yo, lo ha demostrado ya que todavía no ha perdido ningún partido en este campeonato y ha eliminado a pelotaris muy grandes. Para mí es un rival temible y lo veo al 50 %», declaró.

De momento, tranquilo

En el caso de Pablo Berasaluze se da además otro dato curioso que podría crear algo más de presión sobre sus espaldas, ya que se cumplen 30 años desde que un pelotari de Bizkaia disputara, por última vez, una final individual. Fue el ahora intendente de Asegarce Roberto García Ariño el que disputó la final del Manomanista de 1982, cayendo ante Julián Retegi en Anoeta por 22-9.

No obstante, por lo menos hasta ahora, Pablo Berasaluze dice encontrarse tranquilo, por mucho que haya reconocido recientemente que está ante «el partido más importante de mi vida». «Me encuentro bien, la verdad es que con un poco de tensión toda la semana pensando en el sábado, pero estoy haciendo buenos entrenamientos y esperando que llegue el sábado. De momento estoy tranquilo pero creo que ya llegarán los nervios y la tensión».

En cuanto al tipo de partido que esperan para este sábado, ambos coincidieron en que, por las características de uno y de otro, no se puede esperar un partido demasiado largo, aunque Oinatz Bengoetxea mostró su disposición a tratar de llevar el partido al terreno que más le convenga. «Parece que será un partido rápido, el Cuatro y Medio en los últimos tiempos está resultando muy explosivo y parece bastante evidente por dónde va a tirar cada uno. Pablo en los cuadros alegres es muy peligroso, para mí es el mejor rematador que hay y en eso basa gran parte de sus victorias. Yo voy a intentar atacarle primero para que no me ataque él», señaló Oinatz Bengoetxea.

También coincidieron en que, como en todo enfrentamiento individual, el saque será muy importante. «Miedo no pero Pablo impone mucho respeto. Está sacando muchísimo y su mejor arma es el saque-remate. Está sacando con muchísima fuerza, quitarle la pelota en el resto resulta muy difícil y con pelota adelante es muy peligroso», declaró el de Leitza.

En cuanto al material, ninguno de los dos puso ningún pero al lote presentado, aunque cada uno eligió pelotas diferentes. El vizcaino se decantó por unas «para jugar más tranquilo y que no cojan tanto efecto», mientras Bengoetxea escogió otras más de toque y que andan por abajo.