El matrimonio para todas y todos, una nueva ley que nace con polémica en Ipar Euskal Herria
Tal y como prometió durante la campaña electoral que le llevó a la Presidencia francesa, François Hollande ha iniciado los trámites para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. El proyecto de ley está creando un gran debate social. Tanto quienes están a favor como quienes se oponen han lanzado ya sus campañas.
Idoia ERASO
Ayer fue un día marcado en rojo en el camino hacia el matrimonio para todas y todos. Miles de personas se manifestaron en París para protestar contra la nueva ley y se espera que hoy también lo hagan en otras ciudades. De la mano de los afiliados de la UMP, la manifestación reunió también a personalidades del partido de extrema derecha Frente Nacional (FN). En Ipar Euskal Herria también fue una fecha destacada, ya que se realizó la primera concentración en favor del «matrimonio para todos». La convocatoria llegó de la mano de los jóvenes del partido político de Los Verdes, a la que se unieron los miembros de Les Bascos, asociación LGBT de Ipar Euskal Herria.
El proyecto de ley se validó el 7 de noviembre en el Consejo de Ministros y se debatirá en la Asamblea francesa a partir de enero. «Hasta ahora vivíamos en un mundo inocente; creíamos que cuando la izquierda llegase al poder el matrimonio se legalizaría, pero se está tomando mucho tiempo. El debate puede eternizarse, abriendo la puerta a mensajes extremistas. Cuando vimos que se organizaba una manifestación contra la ley, nos dimos cuenta de que había que reaccionar», explicó Bernard Gachen, integrante de Les Bascos, en la presentación de la campaña «Legalizar la igualdad». Esta iniciativa se basará en reuniones informativas en las que la asociación explicará las razones de las demandas de la comunidad homosexual, con el objetivo de «desapasionar el debate».
Si el tema crea debates muy virulentos en la mayor parte del Estado francés, en Ipar Euskal Herria la única voz relevante que se ha alzado contra la futura ley es la del obispo de Baiona, Marc Aillet. El FN también ha mostrado su oposición, mientras que la representación local de la UMP, con Max Brisson a la cabeza, se muestra más ambigua, así como el centrista Jean-Jacques Lasserre. Los Verdes y la coalición abertzale Euskal Herria Bai han dado su apoyo a la nueva ley.
La cruzada del obispo Aillet
El obispo ha manifestado su postura en un editorial que ha hecho público bajo el título «La acción política va más allá de la oración». «Frente al poder absoluto de la actual mayoría parlamentaria, este combate no se lleva a cabo con igualdad de armas, como el de David contra Goliath. Pero se trata de un combate espiritual en el que debemos de utilizar armas espirituales. Será con medios espirituales fuertes, sin olvidar los medios políticos que una democracia participativa pone a disposición de los ciudadanos». Monseñor Aillet defiende así la campaña: «Muchas asociaciones, de inspiración cristiana o no, se movilizan actualmente para exigir un debate publico y frenar este proyecto de ley. Es mi deber de obispo apoyarles en ese buen combate, así como animar a los fieles de mi diócesis para que se unan a su lado».
Desde Les Bascos han denunciado la virulencia del obispo. «Llamamos a lo miembros del PS, especialmente a nuestras dos diputadas, para que defiendan la ley. Sobre todo a Colette Capdevielle, que participa en la creación de la nueva ley», precisaron.
El concepto de familia
«El buen sentido es suficiente para reprobar la adopción de los niños por las parejas de un mismo sexo, basándose en el `derecho del niño', el gran olvidado de las reivindicaciones actuales, en el que se concentra la oposición al proyecto de ley», asegura el obispo. Precisamente, el 2 de noviembre, monseñor Aillet organizó en Baiona una conferencia bajo el título «¿Y el niño en todo esto? Lo que está en juego con el matrimonio para todos y la paternidad homosexual».
La asociación Por una Alternativa Feminista ha decidido participar en el debate mediante la universidad popular que organiza anualmente y que ha consagrado a la familia: «Más allá del lazo biológico, el concepto de la familia». Entre las ideas que han sido presentadas se encuentran las defendidas por la socióloga Virginie Descoutures, del Centro Nacional de Investigación Científica ligado a la Universidad París VIII: «Todavía se puede observar una gran ignorancia en Francia; hay encuestas que muestran que los niños de los los matrimonios homosexuales no van peor que los de los otros».
Descoutures señala que el problema es la homofobia: «Esos niños están más sometidos al estrés y a la homofobia. Lo que marca la diferencia de esos niños es la desigualdad a la que van a estar confrontados en la escuela. Hay algo del debate de los padres divorciados en los años 80. Lo que crea suspicacia es que no sea el modelo de un padre y una madre. Esos niños necesitan una sociedad que pueda acoger su diferencia».
El 65% de los habitantes del Estado francés están a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, y el 52% también apoya la adopción.
La nueva ley presentada por el Gobierno socialista prevé que «el matrimonio será contraido por dos personas de sexo diferente o del mismo sexo». También posibilita la adopción por las parejas homosexuales que estén casadas. Pero según denuncian las asociaciones LGBT, hay varios puntos que consideran esenciales que no recoge el proyecto. El que más ha dado que hablar es el de la inseminación artificial, ya que sigue estando reservada a las parejas heterosexuales. Una realidad que conocen bien las parejas de mujeres de Ipar Euskal Herria que deben acudir a centros de Donostia o Bilbo para acceder a la reproducción asistida. I.E.