José Miguel ARRUGAETA

Eel Pabellón Nº 9, conocido como el de Defensa, fue una vez más la sede de las empresas vascas presentes en el mercado cubano. La muestra, organizada por las Cámaras de Comercio, del departamento de Industria del Gobierno de Gasteiz y la SPRI, incluó 24 stands, en representación de las tres entidades y de una treintena de firmas.

La gama de ofertas presente en la cita habanera fue amplia y representativa de las posibilidades productivas, técnicas y comerciales de la industria vasca que ha apostado por el mercado del país caribeño: suministros industriales especializados, proyectos de ingenierías y servicios, numerosos abastecimientos para la construcción, el turismo y el consumo herramientas, etc.

Durante la pasada edición ferial, este diario informaba de un marcado optimismo entre los empresarios vascos presentes en La Habana sobre la base de la constatación de una tendencia a la estabilidad financiera interna. Pasados doce meses, aquel optimismo se ve traducido en resultados medibles tanto en operaciones comerciales como en la siempre delicada relación entre cobros y deudas pendientes, que se van cumpliendo con seriedad y puntualidad.

Las opiniones recogidas son unánimes en ese sentido y van incluso más lejos al apuntar que la proyección es a un crecimiento importante para los próximos años. Jesús Basterra, responsable de Torpanel-Panelfisa, califica el ejercicio como «muy bueno». Afirma que hay estabilidad financiera y confiesa que en el cierre del año va a lograr cifras históricas en su relación con Cuba.

Sus palabras apuntan además a dos elementos más generales, de interés para la actividad empresarial: Una es la tendencia a cooperar entre empresas vascas para poder abordar, con competitividad, importantes proyectos a corto y mediano plazo; y la segunda se refiere a que muchas de estas empresas aparte de su activa presencia en el mercado cubano están apostando también por la exportación hacia la región latinoamericana. Una zona que lejos de la recesión europea muestra importantes datos de crecimiento e inversión pública. Así, esta cooperativa de Tolosa está presente también en Chile, Argentina y México, donde va a abrir próximamente una sucursal.

Otra buena muestra de lo señalado puede ser también la empresa JEZ, con sede en Laudio. Su director general, Urtza Errazti, nos reseñaba minutos antes de firmar un acuerdo de suministros, por tres millones de euros, con Ferrocarriles de Cuba, que el país antillano es un buen lugar para trabajar. «La exportación es la única salida para la empresa vasca», afirmaba con seguridad.

actividad exportadora y empleo

Y es importante subrayar las repercusiones que estas actitudes y posiciones tienen en lo que se refiere al mantenimiento de empleo en Euskal Herria, por ejemplo la citada Panelfisa emplea a casi 80 personas, mientras que JEZ mantiene 198 puestos de trabajo en Laudio y 70 en Donapaleu.

Un recorrido por los stands reafirma valoraciones y realidades. Tales son los casos de Miesa, inmersa en la renovación de la refinería Ñico López de La Habana, o la donostiarra Técnicas Hidraúlicas SA, que debe suministrar, entre el 2013-2014, elementos para la futura refinería de Matanzas además de equipamientos para la fabricación de materiales de la construcción. Por su parte la ondarresa Berotz, con 17 años en Cuba, que trabaja un sistema integrado de oferta, denominado IPC (Ingeniería, Procura y Construcción), está también presente en Venezuela, Nicaragua y Panamá, y se muestra «comprometida con el área», en palabras de su presidente, Jon Espilla, que mantiene que «las cosas en Cuba van muy bien».

Mención aparte merecen algunas firmas nuevas en la cita comercial de La Habana como puede ser la empresa ALJU, con sede en Tráaga y 45 trabajadores, productora única en el Estado de máquinas granalladoras para el tratamiento de producciones metálicas. Para su director general, Raúl Pérez, la presencia en la Feria está relacionada con la voluntad y hacerse presentes en lugares en los que hasta ahora realizaban ventas esporádicas. «Una apuesta por salir, pues el peor viaje es el que no se hace», sentencia Pérez. Muestra de esta determinación puede ser que su departamento comercial ha pasado, en los últimos años, de dos a cuatro personas. Dado lo específico de su producción, Raconsidera que en este empeño es importante desarrollar la interrelación entre empresas vascas, sobre la base de la cercanía y el mutuo conocimiento.

Las conclusiones sobre la presencia comercial vasca en la FIHAV parecen evidentes, resultados positivos y un futuro lleno de potencialidades, consecuencias del trabajo persistente y constante de unas pymes, con nombres y apellidos, que se crecen y buscan alternativas ante dificultades económicas en mercados hasta ahora tradicionales. Quizás por eso merece resaltar que son precisamente estas entidades las únicas que ofrecen resultados de crecimiento en la economía vasca y, como consecuencia directa de la apuesta de abrirse al mundo, consiguen mantener, e incluso incrementar, dentro de sus posibilidades, los niveles de empleo.