Es un acontecimiento histórico: el anuncio del martes de que el «Frankfurter Rundschau» estaba en bancarrota marca el primer caso de insolvencia de un periódico tradicional de tirada nacional en la historia de la prensa escrita desde la posguerra (...).

Este es un golpe particularmente duro para un país como Alemania, que goza de un pluralismo de prensa sin precedentes, incluso en el ámbito de los diarios impresos. La industria de los periódicos se encuentra bajo una gran presión en todo el mundo. En los EEUU, la muerte de los periódicos comenzó años atrás. Las razones son la escasez de lectores jóvenes y, más significativamente, la caída de los ingresos publicitarios (...).

Pero las razones de la desaparición del otrora poderoso diario de tendencia izquierdista son mucho más profundas. Sus responsables perdieron la oportunidad de modernizarse. El «Frankfurter Rundschau» se quedó fosilizado en una marca de periodismo prosindical que no reflejaba los tiempos que vivimos ni invitaba al debate (...).

Pero otros diarios también están luchando por su supervivencia. Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta esa industria es qué hacer en relación a la cultura del «regalo» que ha establecido Internet: ¿Hay suficientes personas dispuestas a pagar por reportajes de calidad? (...).

Ayer no fue un buen día para nuestra democracia, que puede prosperar porque está protegida por el periodismo crítico. El «Frankfurter Rundschau» puede ser el primer periódico de calidad en anunciar la bancarrota, pero no será el último.