ELECCIONES EN CATALUNYA
Esquerra busca la centralidad perdida bajo el mando de Junqueras
Beñat ZALDUA | BARCELONA
«Somos el socio más fiable que tendrá el pueblo de Catalunya para llegar a la independencia». Fue una de las frases más aplaudidas ayer durante el discurso del candidato de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Oriol Junqueras, pronunciada en el mitin central de la campaña, en un Teatre Musical de Barcelona con el aforo completo.
De hecho, esta es una de las ideas más repetidas desde las filas de Esquerra durante toda la campaña, en la que se esfuerzan día tras día en presentarse como garantes del proceso soberanista catalán, en el vigilante que garantizará que CiU no se desmarque del camino marcado. Para eso piden un apoyo que les permita convertirse en primera fuerza de la oposición, con el objetivo de poder presionar al president, Artur Mas, a quien ya le han prometido fidelidad si emprende el camino de la independencia.
Si las tendencias dibujadas por las encuestas se confirman, de lo que no cabe duda es que ERC saldrá reforzada de las elecciones y recuperará parte de la centralidad perdida, abandonando el desierto por el que han transitado desde el fin del tripartit -ahora son la quinta fuerza-. Lo que queda muy abierto, sin embargo, es si conseguirán auparse hasta la segunda posición, que se disputan con el PSC -en franca caída- y el PP-que pugna con Ciutadans por el voto unionista-.
Este ascenso viene marcado por el cambio de liderazgo en la cúpula del partido, encabezada desde hace un año por el ex eurodiputado y alcalde de Sant Vicenç dels Horts, Oriol Junqueras, que ha acentuado el discurso nacional de Esquerra, dejando en un segundo plano el discurso social de izquierdas. Esto ha permitido al partido recuperar buena parte de los simpatizantes alejados tras el último tripartit y conectar con la ola soberanista que ha sacudido el Principat en los últimos tiempos. También recibirá unos cuantos votos independentistas de personas que apuestan por el proceso emprendido por Mas pero desconfían de una CiU con mayoría absoluta.
Oposición desdibujada
En esta apuesta por impulsar la agenda nacional, ERC ha prometido repetidas veces fidelidad al president Mas siempre que siga con el proceso soberanista, lo que está permitiendo a los republicanos recuperar la centralidad perdida, pero al mismo tiempo, según apuntan los más críticos, está alejando al partido del discurso más social y de izquierdas, lo que le deja, al menos de momento, lejos de poder erigirse como alternativa al poder de CiU -ahora que el PSC ha dejado el puesto vacante-.
Muestra de este abandono de papel de oposición podría ser el hecho de que, el pasado mes de julio, fueron los diputados de Esquerra los que salvaron a Mas de tener que comparecer ante el Parlament para dar explicaciones sobre la presunta financiación irregular de Convergència a través del «caso Palau».
Las acciones y declaraciones a lo largo de la campaña han ido en la misma dirección -ni se han referido en ningún momento a los supuestos casos de corrupción, ni pidieron la destitución de Puig tras la actuación de los Mossos durante la huelga, aunque sí la criticaron-. Sin ir más lejos, ayer Junqueras insistió en que no quieren «la presidencia de la Generalitat, sino la presidencia de la República Catalana», renunciando de esta manera a plantear una alternativa de gobierno en el presente.
Los argumentos esgrimidos para alzarse en alternativa una vez conseguida la independencia tampoco resultaron especialmente convincentes, ya que el candidato se limitó a señalar que «en ningún país democrático del mundo gobierna siempre el mismo partido, ni en el México del PRI».
Tendrán que afinar más los argumentos si, como dice su eslogan, quieren convertirse en «la izquierda de un nuevo país».
Esquerra Republicana de Catalunya basa su mensaje de campaña en presentarse como garante del proceso soberanista, capaz de presionar a CiU si en algún momento titubea en el camino emprendido hacia la independencia.
La apuesta por acentuar el perfil nacional está permitiendo a Esquerra recuperar parte de la centralidad perdida tras el último tripartit, pero al mismo tiempo, la aleja de configurarse en alternativa de gobierno a CiU.
El secretario general de Eusko Alkartasuna, Pello Urizar, fue uno de los invitados estrella durante el mitin central de Esquerra. Urizar aseguró que «nuestras naciones no tienen futuro dentro de España, algo que ha calado definitivamente, dando lugar a las respectivas mayorías sociales soberanistas» y confesó mirar «con envidia sana» el proceso catalán, aunque añadió que «para los vascos también son momentos de gran trascendencia». Según pudo saber GARA, varias formaciones catalanas se pusieron en contacto con EH Bildu para buscar su apoyo durante la campaña, ante lo cual, la coalición vasca ha preferido no tomar partido y dejar que sean las diferentes sensibilidades las que se posicionen. Así, Urizar asistió al mitin de Esquerra en calidad de representante de EA, de la misma manera en que Txelui Moreno acudirá hoy, en nombre de la izquierda abertzale, al acto central de la CUP-AE. B. ZALDUA