Le Monde | Editorial, 2012/11/19 (Traducción: GARA)
Derecha fracturada: atención peligro
Difícil imaginar un escenario peor para la UMP. Cuando se creó hace diez años, la ambición de la Unión para la Mayoría Presidencial, convertida luego en la Unión por un Movimiento Popular, fue clara: construir un gran partido conservador moderno, capaz de unir a todas las sensibilidades de la derecha para resistir a la competencia de la extrema derecha y ejercer un poder duradero.
Seis meses después de la derrota de Nicolas Sarkozy, y después de un duelo despiadado entre Jean-François Copé y François Fillon por la presidencia del movimiento, es muy exactamente lo contrario a lo que estamos asistiendo: he ahí una UMP fracturada, sin liderazgo legítimo y violentamente dividida entre dos concepciones de la oposición y la derecha para los próximos años.
Cualesquiera que sean las vicisitudes de las horas o días por venir, sea cual sea el resultado oficial de las elecciones en las que cada uno reclama la victoria, la confrontación entre el Sr. Copé y el Sr. Fillon ha sido demasiado dura, demasiado vengativa para no dejar cicatrices profundas.(...)
En última instancia, este es el riesgo que la crisis de la UMP representa para el país: cavar un poco más sus profundas fracturas políticas y sociales, agudizar las tensiones provocadas por la situación económica, alimentar el populismo y servir a la extrema derecha.
Cada uno, tanto a la izquierda como a la derecha, debe tomar la medida. La democracia francesa necesita una oposición fuerte y seria. No es un campo de ruinas a su derecha.