Isabel Montes | Trabajadora del hotel avenida
«Asepeyo me quita la prestación, y no puedo ni trabajar ni cobrar»
No se explica la situación. Se retrasó en la cita de control de la mutua Asepeyo para la baja laboral y ésta reaccionó quitándole la asignación económica durante los seis meses que el Tribunal Médico le ha prorrogado la baja. No puede trabajar porque no tiene el alta, pero tampoco puede cobrar.
Juanjo BASTERRA | BILBO
Isabel Montes, de 55 años, tiene una lumbalgia y, además, una bronquitis aguda. Un descuido de unas horas en la cita de control con la mutua Asepeyo le ha significado que ésta le retire la prestación económica durante seis meses de baja que le había prorrogado el Tribunal Médico.
«Todo esto sale porque he trabajado mucho en esta vida», se lamenta. Lleva 30 años de empleada en el hotel Avenida, de Bilbo. «He trabajado mucho, pero la actitud de Asepeyo me ha desquiciado». «Soy una mujer trabajadora y alegre, pero lo que me están haciendo me está poniendo los nervios a tope», reconoce.
Ibon Zubiela, responsable de Salud Laboral, y Cristina Alvárez, de LAB Zerbitzuak, acompañan a la trabajadora. No entienden la actitud de la mutua, aunque lo sitúan en la nueva estrategia de endurecimiento que están aplicando para reducir costes económicos. No interviene en mejorar la prevención, pero sí aplican mano dura para recortar las prestaciones al mínimo descuido, como en el caso de Isabel Montes.
¿Qué le paso para que Asepeyo la retirara la prestación económica de esta manera?
Después de un año de baja, el Tribunal Médico me dio una prórroga de seis meses más. También tengo una bronquitis aguda. El mismo día que tenía que ir a Asepeyo, tuve la vez con el médico del pulmón. En ese plazo se me pasó la hora de ir a la mutua. Cada quince días he estado yendo a Asepeyo. Nunca había faltado. En todo el año ni Osakidetza ni la Seguridad Social me han dicho nada. Me dieron la prorroga. Cuando me di cuenta que se me había pasado la cita en Asepeyo llamé por teléfono, pero estaba estropeada la centralita y no me cogió nadie. A primera hora del día siguiente acudí. Les dije que no había funcionado el teléfono, hecho que me lo ratificaron e, incluso, me dijeron que seguía sin funcionar. Les expliqué lo que pasó y la empleada de Asepeyo que me dijo que aunque hubiera contactado por teléfono no serviría y me preguntó si no sabía leer, porque, según recoge el parte de baja, cuando hay alguna incidencia se tiene que presentar una reclamación por escrito.
¿Qué hizo?
Fui a casa e hice el escrito y lo entregué, acompañada de mi hijo. A los dos días me llegó una carta que decía que me quitaban la prestación de los seis meses. No entendía que por horas de retraso me pudieran dejar sin prestación seis meses. Llamé y le dije que no entendía. ¿De qué iba a comer?, le pregunte. Me contestó que vaya a Carrefour y coja la comida de allí, vamos que robe. Me cabreé y acudí a Asepeyo, les dije en persona que no eran maneras de hablar y atender a una trabajadora. Me dijo que no tenía arreglo.
En su trabajo en el hotel Avenida, ¿qué le dicen?
He intentado hablar con la directora, pero no quiere ni hablar. Como ellos pagan a la mutua, es cliente y tiene un montón de trabajadores adscritos a la misma, intenté si podría hacer algo para presionar a la mutua, pero también hay follón en el hotel por un despido de una chica. Así que la directora no quiere saber nada de nadie.
¿Tiene buena relación laboral en el hotel?
Sí. He sido del comité de empresa durante 18 años. He tenido buena relación con todos, porque siempre me he preocupado de los currelas. Es verdad que durante este año, al estar de baja y haber dejado el comité, no he tenido tanta relación con mis compañeras, pero me llevo bien.
¿Qué piensa de lo que le ha ocurrido con Asepeyo?
No te lo imaginas. Es mejor no decir lo que me pasó por la cabeza. Porque dices, si hubiera tardado ocho días o dos días en acudir al control, pero fueron unas horas, después de todo un año sin fallar. Quiero estar bien para ir a currar. El caso es que los médicos no me pueden dar el alta para ir a trabajar. Fui a la Seguridad Social a pedir el alta, pero me dijo que no era posible. Estoy desquiciada con lo que me han hecho, ¡cómo hay gente tan cruel! No lo entiendo. Ni me dan el alta, ni puedo trabajar, pero no cobro. ¿De qué voy a vivir durante estos seis meses?
¿Es una decisión que aplican las mutuas para endurecer y ahorrar el pago de la prestación por incapacidad?
A la vista está. No hay ni trampa ni cartón. La sanción que me han impuesto no es proporcional al retraso de unas horas que tuve. De ahí a quitarme los seis meses de la prestación, que es el único salario que tengo para vivir, no es solo que endurezcan las condiciones, sino que hay una crueldad extrema por parte de esta mutua. Vamos a demandar a Asepeyo, pero mientras tanto no cobro, siempre y cuando el juez nos dé la razón. Creo que se está tratando a las personas como si fuéramos una simple mercancía. Es injusto y este sistema nos está condenando, porque les da igual qué te ocurra. Quiero que me paguen porque es mío. Me hacen sentir impotente. No quiero que se rían de mi.
«He estado un año de baja y no he faltado a los controles. Creo que esta mutua trata a las personas como si fuéramos mercancías. Estoy desquiciada»