PROYECTOS QUE CREAN EMPLEO
Green Frío: antes no cobrábamos, y aquí, todos los días
M. I. | OIARTZUN
Cristina Santalla y Josu Hernández nos reciben en el pabellón de Green Frío Sistemas de Refrigeración, ubicado en el polígono Ugaldetxo de Oiartzun. Se quedaron en la calle tras el cierre de la filial guipuzcoana de Ramón Vizcaíno, en febrero de 2011, pero el 23 de marzo ya habían constituido su propia empresa.
Atravesamos el taller hasta llegar a la oficina del primer piso. Y recordamos cómo empezó la historia de esta empresa que se dedica a diseñar, desarrollar y fabricar maquinaria para instalaciones de frío industrial. Cuando echaron la persiana en Ramón Vizcaíno, donde trabajaban 400 personas, cinco empleados decidieron crear una nueva empresa. Vieron que sus clientes de muchos años se quedaban desabastecidos y que podían darles una respuesta. Apostaron.
«Nosotros cinco abarcábamos cinco áreas de la empresa, pero ninguno era gestión ni habíamos sido propietarios de nada. Empezamos con la ayuda de la Asociación de Sociedades Laborales de Euskadi ASLE. Nos enfocaron muy rápido para que hiciéramos todo muy rápido, para no perder el ritmo». Encontraron el local, lo acondicionaron, lo pintaron, hablaron con los proveedores, mantuvieron los clientes, cumplieron «toda la burocracia»… «Lo llevábamos pensando desde hacía un tiempo, con lo cual para cuando arrancamos ya teníamos un plan estratégico hecho, que es lo que luego nos ayudó a que alguien nos pudiera echar una mano».
En Ramón Vizcaíno, que también estaba situada en Oiartzun, Hernández era el jefe de producción, Santalla llevaba la parte de compras y el resto eran comerciales y trabajadores de administración. «Éramos trabajadores de nómina normal, de las que dejamos nueve en el camino [en un año no cobraron nueve nóminas]».
Su objetivo inicial era arrancar, intentar contratar parte de la gente del taller que se quedó fuera. Excepto Hernández, que con 30 años es el más joven, son personas mayores de 40 años que veían «muy difícil» su colocación fuera de Ramón Vizcaíno. En Green Frío empezaron ocho personas, ahora son nueve, y les gustaría crecer «de forma moderada».
Están «muy contentos»; siguen adelante, trabajan, se mantienen. Lo que tienen claro es que están mucho mejor que hace dos años en Ramón Vizcaíno, ya que allí no cobraban y aquí no han dejado de cobrar ni un día.
