Martxelo DÍAZ

«Por una educación pública de calidad. Hezkuntzan murrizketarik ez» era el lema que encabezaba la movilización de ayer, acompañado por el logotipo de las tijeras tachadas simulando una señal de tráfico. Un mensaje, que lamentablemente, se ha hecho habitual en Nafarroa ante la contundencia de los recortes aplicados por el Gobierno de Yolanda Barcina en educación y en otros ámbitos como sanidad o servicios sociales.

En esta ocasión, delante de la pancarta, marcharon alumnos de Artes Escénicas con sus instrumentos musicales (violines, tambores, txistus, trombones, acordeones, ...) que utilizaron para amenizar el cortejo, que unió el parque de Antoniutti y el paseo de Sarasate.

Como muestra de la gran asistencia, la avenida del Ejército aparecía repleta de manifestantes. Muchos de ellos portaban el logotipo de las tijeras en diferentes soportes, como chapas o globos. Unas 7.000 personas secundaron la convocatoria realizada por los sindicatos LAB, STEE-Eilas, CCOO, Afapna, ANPE, CSIF, ELA y UGT, además de Sortzen-Ikasbatuaz, Herrikoa, Sindicato de Estudiantes e Ikasle Abertzaleak.

Expe Iriarte (LAB), antes de comenzar la manifestación alertó del peligro de extinción en el que se encuentra la enseñanza pública y subrayó la importancia de que exista unidad a la hora de responder a los recortes entre sindicatos, padres y madres y alumnado «para apostar por una escuela pública que sea la base de una futura Navarra rica en cultura y saber, ya que la escuela es el pilar de la recuperación económica».

Santiago Álvarez, de Herrikoa, reclamó al Gobierno navarro que rectifique y que no aplique los recortes en educación, «que es algo en lo que no se puede ahorrar», y exigió que «se priorice el gasto en el ámbito social».

Antxon Barberia, de Ikasle Abertzaleak, denunció que el alumnado ya está padeciendo las consecuencias de los recortes del Gobierno de UPN a través de los aumentos de ratios de estudiantes por aula o la imposibilidad del profesorado de ofrecer la atención necesaria. En este sentido, subrayó que el estudiantado es el futuro de la sociedad, por lo que reclamó el fin de los recortes.

Entre los asistentes a la manifestación podían verse numerosas pancartas, como la de la comunidad del instituto Biurdana, que reclamaba el fin de la masificación en el centro y la construcción de un nuevo edificio. Acudieron en una columna propia desde su instituto al parque de Antoniutti.

Durante la marcha, se corearon consignas como «Manos arriba, esto es un atraco», «Ni un solo despido en Educación», «Kontratazio berriak Hezkuntzan», «Las tijeras en las dietas», «El profe, luchando, también está enseñando», «Más inversión en Educación» y «Con este consejero vamos de culo».

Barberia y Ana Ansa, en representación de los padres y madres, destacaron que el rechazo de los presupuestos presentados por el Gobierno de UPN que se materializó el jueves en el Parlamento es «indiscutiblemente, un primer paso, fruto entre otras cosas de las movilizaciones que la comunidad educativa protagonizó durante todo el curso pasado, especialmente en el mes de mayo».

«Pero esto no nos consuela. Una de las reivindicaciones de la comunidad escolar ha sido la recuperación de la inversión perdida en los anteriores presupuestos y esto no se ha conseguido. La comunidad escolar debe seguir movilizándose para que las bases ideológicas de estos presupuestos queden totalmente anuladas», añadieron.

Beneficia intereses privados

En este sentido, denunciaron que los presupuestos de UPN preveían un recorte de siete millones de euros para la UPNA mientras que se reservaron 25 millones en el proyecto de Donapea para beneficiar a la Universidad del Opus.

También denunciaron la sumisión del consejero de Educación, José Iribas, a las directrices marcadas por el PP desde Madrid a través de la nueva ley, la Lomce. «Esta nueva ley educativa supone una vuelta al pasado, con una ideología claramente neoliberal y mercantalista, con una evidente intención privatizadora que solo traerá un mayor retroceso en la calidad educativa», destacaron, por lo que reclamaron la dimisión de Iribas «si sigue demostrando su nula defensa de la escuela pública».

Ante esta situación, hicieron un llamamiento a continuar movilizándose para conseguir una adecuada financiación de la escuela pública.