Víctor de la Parte y Arkaitz Durán simbolizan la crisis que vive el ciclismo en particular y la sociedad en general. Han completado su mejor temporada con tres victorias en el calendario UCI Europa y 21 en el amateur, respectivamente, y no han tenido ofertas de los equipos vascos y deberán emigrar para poder ser profesionales en unas condiciones muy precarias.

Víctor de la Parte seguirá en el SP Tableware continental griego, con el que ha logrado en cinco meses tres victorias, la etapa y la general del Tour de Sibiu y una etapa del Tour de Rumanía, donde fue segundo. Además acabó quinto el Tour de Hainan en China, séptimo el estatal contrarreloj y octavo en Szeklerland.

Un balance con el que ni podía soñar cuando en mayo no tenía equipo. Recuerda a GARA que «al principio parecía que lo tenía en Italia, pero desapareció y, cuando veía que todas las puertas se cerraban, Joaquín Sobrino me dijo que podía hablar con su equipo griego y entre él y un manager me negociaron el contrato para comenzar en junio. No me lo pensé dos veces porque daba todo por perdido. Cuando me dieron la oportunidad tenía tantas ganas que pronto llegaron los resultados».

Así viajó a Rumanía, le dieron la bicicleta el mismo día que comenzaba la Vuelta y estrenó su palmarés profesional: «La primera victoria fue de muchísima rabia. Estaba emocionado por mí y mi familia. Luego fui a los campeonatos de España, Matxin me dejó una cabra el mismo día de la crono e hice séptimo y a la semana siguiente gané en Sibiu. Lograr esto cuando vas a los sitios sin conocer tu bicicleta, que es una gran desventaja... Luego no había carreras que me favorecían y trabajé para el equipo y en Hainan demostré que sigo andando y tengo motor de sobra».

Ha conocido un ciclismo que nada tiene que ver, no ya con el World Tour, sino con lo que conoció en Caja Rural: «Al final debes buscarte la vida. En estos equipos tienes que guardarte hasta comida porque nunca sabes si la tendrás al día siguiente. Lo primero que me impresionó fue ver a corredores como Tamouridis, que no se quejan ni aunque corran con un tifón o estén tres días sin spaguettis».

De su compañero, nuevo fichaje de Euskaltel, recuerda que «el rumor de su fichaje nos pilló en China. Estaba muy ilusionado por estar en un World Tour y le decía que me estaba matando porque iba al equipo de mi casa donde no podía correr yo. Es un corredor de 32 años que se defiende muy bien en las carreras de un día, pero en el World Tour no sé cómo andará».

Se alegra por su compañero, pero siente rabia porque «soy el vasco que más victorias ha conseguido, tengo capacidad suficiente y algún día esto se tiene que poner en su sitio. He tenido alguna oferta de continentales en China, pero era demasiado jaleo y he decidido seguir en el Tableware, hacer el calendario entero y seguir sumando puntos, aunque no sé si servirá».

Durán, molesto por los puntos

Arkaitz Durán también se refiere a los dichosos puntos cuando sostiene que «está cerrando las puertas a cualquier equipo World Tour aunque ganes 57 carreras. No solo me perjudica a mí, también a los más jóvenes. Si ya era difícil pasar de amateur a World Tour, ahora más. Se fichan corredores como los iraníes que no pueden aguantar y serían incapaces de ganar una carrera en amateur. Se está quitando el sitio a gente válida».

Tras ser el gran dominador del calendario estatal amateur con 21 victorias y cuatro carreras que dejó ganar a sus compañeros en 49 días de competición tiene varias ofertas para pasar a profesionales. En Portugal se ha publicado que correrá con el Efapel, aunque no ha firmado porque quiere pensarlo más en un plazo de un par de semanas.

Habló con Movistar y Euskaltel, pero ninguno le puso una oferta sobre la mesa, tampoco Caja Rural: «Sabemos que el ciclismo está en crisis, pero he hecho méritos para estar en un equipo de casa. Este año hemos tenido el hándicap de los puntos. Sin ellos, no tenía opciones de entrar. En un principio Igor quiso hablar conmigo. Valoró diversas opciones, también la mía, y se decidió por otra cosa. También hubo un momento en el que Movistar parecía interesado y se publicó que había firmado, pero en ningún momento hubo nada encima de la mesa y me perjudicó que saliera eso».

«Para mí ha sido un hándicap muy grande el tema de los puntos y me ha cerrado muchas puertas. Con 21 victorias pensaba que iba a pasar fácil, pero a la hora de la verdad no ha sido así. Hay opciones para ser profesional. Tengo que esperar a varios equipos y no puedo decir más hasta que no firme, pero en el equipo que corra estaré contento y, si tengo resultados de profesional, se tendrán más en cuenta que de amateur», añade convencido el corredor alavés.