Triunfo en el Fernando Martín
La magia negra de Bilbao Basket puede con el maleficio fuenlabreño
Una arrancada anotadora en el último cuarto de Mumbrú -incluido un «dos más uno acrobático»- y Vasileiadis -27 puntos, 14 de ellos en los minutos finales- dio una agónica victoria a los de Katsikaris. Mainoldi volvió a ser una pesadilla para el conjunto vizcaino.
FUENLABRADA 83
BILBAO BASKET 86
Arnaitz GORRITI
La magia existe. Los hechizos también. Las brujas tampoco han de andar lejos. Al final, hasta las peores maldiciones tienen un antídoto. Algo así pensarían ayer los hombres de negro después de lograr una muy sufrida victoria en la cancha del Fuenlabrada. Por enésima vez, Leo Mainoldi se salió de la tabla ante los de Katsikaris, igual que Feldeine, Saer Sené o un Chuck García que dio muchos dolores de cabeza hasta lesionarse. De hecho, durante algunos momentos parecía que la maléfica historia de Bilbao Basket con el Fuenlabrada se iba a repetir.
Pero no. Debió ser magia negra -o póngale cada cual su color favorito-, porque no faltó un buen puñado de suerte en el triunfo bilbaino. Vasileiadis, con 27 puntos, fue el principal héroe, tras lograr 14 tantos en los minutos finales. Junto con Mumbrú, que realizó un sprint fabuloso, a pesar de tener que jugar de ala-pívot casi a tiempo completo por los problemas de faltas de Hamilton y Rakovic, aparte de la ausencia por lesión de Adrien Moerman. Durante la primera mitad, Grimau y Zisis también colaboraron lo suyo en la anotación.
Toca volver a la magia. Negra. Con 75-74, en los compases finales del duelo, tras superar una crisis con un 69-61 adverso, Mumbrú posteaba a Gladyr. El ucraniano paró en falta antideportiva al alero catalán, que, por si acaso, lanzaba a canasta... y anotaba. 75-77 tras el tiro libre adicional. Acto seguido, Vasileiadis, que tras anotar 13 puntos en la primera parte parecía estar algo aplacado de cara al aro, la clavaba de tres desde más de siete metros. 75-80. En la siguiente jugada, después de una canasta fuenlabreña, el alero heleno volvía a jugársela de tres, pese a estar bien defendido. A tablero, pero canasta: 77-83.
Los madrileños seguirían apretando, pero esta vez su maldición se encontró con un antídoto griego, que no fallaría desde la línea de tiros libres.
Saber sufrir
El arranque del duelo, con un 16-25 favorable, parecía indicar que la victoria vizcaina iba a resultar más sencilla, pero la irrupción de Mainoldi y García provocó numerosos dolores de cabeza a Bilbao Basket.
No obstante, los hombres de negro supieron sufrir, con Zisis y Grimau llevando el tempo del duelo. Esperaron su momento y en los últimos minutos, tuvieron el acierto y la fortuna necesarias para conseguir el segundo triunfo de la historia de Bilbao Basket en Fuenlabrada.
Reconocía Fotis Katsikaris que «se notó el cansancio» entre los suyos. Tal vez por eso confesaba estar muy contento por la forma en que sus jugadores se aferraron a sus opciones para imponerse al cuadro fuenlabreño.
«El corazón y el cerebro son mucho más fuertes que las piernas», dijo, sonriente. «Ha sido una semana dura, con los jugadores que acumulan muchos minutos. Ahora toca descansar en casa y preparar los partidos que vienen. Respecto a este, el grupo ha demostrado que no sabe ni quiere saber perder. Lo más importante era sacar como fuera el partido, y yo veía eso en los ojos de los chicos durante los tiempos muertos del último cuarto», añadía el preparador de Bilbao Basket.
Katsikaris reconocía que «sí que necesitábamos sacar este partido. Al final lo ha sacado Kostas -Vasileiadis- con dos triplazos importantísimos, y es que él se encuentra muy bien y además vive para estos momentos. Pero estoy más feliz por el trabajo de los jugadores durante los 40 minutos y el apoyo de la gente del banquillo».
Asimismo, el técnico de los hombres de negro reconoció que, debido a las faltas y a las limitaciones físicas, «hemos tenido que probar de todo. Lamont -Hamilton- no estaba fino, y con las faltas suyas y también las de «Rako» teníamos que buscar otras alternativas. Alex -Mumbrú- y Axel -Hervelle- han jugado de «cuatro» y de «cinco», logrando un ataque con más espacio, algo que hemos aprovechado».
«En defensa, el equipo también ha hecho un esfuerzo espectacular», remacharía Fotis Katsikaris.
A. G.