Anaitasuna debe regresar a la senda del triunfo en su cancha -La Catedral, 12.30- para evitarse problemas frente a un rival, el Villa de Aranda, que viene de protagonizar cinco derrotas consecutivas, si bien ha conseguido ganar en pistas tan com- plicadas como la del Aragón o el Valladolid.

Los de Etxaburu se han hecho fuertes últimamente en propio feudo tras derrotar al Palma del Río y Puerto Sagunto, una dinámica a la que quieren darle continuidad, sobre todo después de perder en casa del Cangas. Un nuevo triunfo les permitiría respirar con cierta tranquilidad en la zona templada, mientras que un tropiezo generaría dudas.

El técnico eibartarra no podrá contar con el guardameta Álex Capón, que no se ha recuperado a tiempo de un esguince en su tobillo derecho. Tampoco, como ya viene siendo habitual, con Rolandas Bernatonis, quien todavía no ha debutado en lo que se lleva de temporada debido a sus problemas físicos.

Etxaburu apostó por que los suyos «repitan las actuaciones que estamos teniendo en casa», si bien enfrente se encontrarán con un oponente «que juega muy tranquilo, sin responsabilidad, pues tiene la ilusión de volver a la categoría, como nosotros el año pasado».

Trayectorias opuestas

Anaitasuna y Villa de Aranda vienen de dos trayectorias completamente contrarias. Mientras los navarros tuvieron que hacer frente a un exigente comienzo liguero y están ahora en un momento dulce, los castellanos debutaron con tres victorias consecutivas, pero ahora han encadenado otros cinco sin su- mar un solo punto.

Los de Magi Sierra tienen entre algodones a Manel Cirac, al que deberá dosificar. «Entrena al margen del grupo por sus microrroturas, pero arriesgamos para los partidos», dijo el técnico.