La salud de los presos políticos mapuche Héctor Llaitul Carrillanca y Ramón Llanquileo Pilquiman, de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), empieza deteriorarse cuando cumplen doce días en huelga de hambre en demanda de la libertad de todos los prisioneros mapuche y de una reparación por haber sido juzgado dos veces por el mismo delito que les permita rebajar sus condenas de 8 a 4 años, en el caso de LLanquileo, y de 15 a 11 años, en el de Llaitul.

En 2011, ambos comuneros protagonizaron un ayuno que se prolongó durante 89 días.

Los huelguistas también exigen el reconocimiento de la condición de «presos políticos» y «comuneros mapuches» para todo el colectivo, y que esto se traduzca en unas condiciones dignas de reclusión.