La «catástrofe jurídica» del prestige a debate en el congreso de surfrider
Cuando se cumplen diez años del hundimiento del Prestige y se está celebrando el juicio con el capitán del barco como principal acusado, Surfrider ha organizado en Biarritz una conferencia sobre la seguridad marítima en la que se cuestiona la gestión de la mayor catástrofe medioambiental ocurrida en el Golfo de Bizkaia.Idoia ERASO
Creo que la gestión del hundimiento del Prestige, a nivel jurídico, es catastrófica. Así como la del Erika fue un gran avance a nivel judicial, el Prestige es un contraejemplo patente. Es un contraejemplo por parte de España, porque los verdaderos responsables no están sentados en el banquillo y visiblemente la instrucción no se ha realizado correctamente. Y también es un contraejemplo para Francia, que no ha sido capaz de llevar a cabo correctamente la instrucción», afirmó Corinne Lepage, eurodiputada y presidenta del Intergrupo sobre Mares y Zonas Costeras.
Si la abogada y antigua ministra de Medio Ambiente del Ejecutivo de Alain Juppé cuestiona el proceso judicial, el presidente de Surfrider Foundation Europe, Gilles Asenjo, habla abiertamente de un gran número de responsables. «Creo que le han echado la culpa de todo al capitán del Prestige, empezaron por meterle en la cárcel y después hablaron. No se puede decir que él sea el único culpable, como tampoco lo es solo el Estado español. Es toda una cadena de responsabilidades mal asumidas. La no coordinación a nivel europeo -aclara-, no solo corresponde al Estado español, el Estado francés también estaba relacionado. El Estado francés había gestionado tres años antes la catástrofe del Erika y visiblemente no aprendió de dicha experiencia».
Asenjo también critica la falta de coordinación en el momento de la catástrofe. «Un accidente, en el que el navío está bien fletado y hay una buena coordinación de los servicios, es totalmente diferente de lo que pasó con el Prestige o con otros muchos naufragios que terminan en mareas negras, y que se pueden considerar como atentados. No son realmente accidentes, más bien son la crónica de un fracaso anunciado. Son la crónica de todas las negligencias que han acarreado dicho accidente que estaba predestinado a ocurrir visto como se trata el transporte marítimo», manifiesta.
«De manera paradójica hablamos hoy en día del Prestige porque hay un antes y un después del Prestige para todo el mundo, pero en Europa el Prestige está ligado al Erika a nivel legislativo. Todas las medidas que se tomaron a nivel europeo, aceleradas por la catástrofe del Prestige, llevan el nombre del Erika», explica Gilles Asenjo, refiriéndose al desastre ecológico que tuvo lugar en las costas de Bretaña en 1999.
La eurodiputada valora las diferentes medidas adoptadas a nivel comunitario: «Después del naufragio del Erika ha habido en Europa tres paquetes, que han hecho posible erigir en Europa una agencia de seguridad que ha reforzado las reglas para la seguridad de los navíos, dar mayores poderes a la autoridad portuaria... Aunque va en buen camino, el Erika III todavía no se ha ratificado en la mayoría de los países. La cuestión hoy en día es cómo podemos ir más lejos».
Nuevas medidas de seguridad
El congreso de Biarritz ha realizado un listado de propuestas sobre la seguridad marítima para llevar al Parlamento Europeo. Sobre las medidas a tomar, Lepage propuso dos direcciones. «Por un lado, deberíamos de buscar la uniformidad de la seguridad marítima en toda Europa y para ello es necesario un controlador de los controladores. También hay que reforzar la cuestión de la seguridad en dos frentes: el problema del pabellón de conveniencia y la responsabilidad de los fletadores son temas sobre los que se ha avanzado muy poco», explicó.
El presidente de Surfrider Foundation dividió las posibles medidas en diferentes categorías: «No debería de haber navíos monocasco y tendrían que cumplir todas las normas de seguridad. También deberían de tomarse medidas de seguridad adaptadas a los momentos de dificultad, como la creación de puertos refugio. En el plano político es necesaria una armonización europea, hay demasiadas cosas que cambian al cruzar una frontera. Y de manera general también hay que hacer un trabajo para quitar los prejuicios ideológicos y medioambientales. Cuando se identifican los responsables, tenemos derecho a hacerles pagar y no solo la limpieza, también la destrucción de la naturaleza, del patrimonio medioambiental».
«Es necesario que contaminar cueste caro. Si contaminar no cuesta caro, y si los verdaderos responsables salen sin perjuicios, como en el caso del Prestige, para los empresarios no hay ningún interés en trabajar con seguridad», aseguró en el Congreso de Biarritz la eurodiputada Corinne Lepage.
La también presidenta del Intergrupo sobre Mares y Zonas Costeras del Parlamento Europeo comparó la situación con la de Estados Unidos. «En Estados Unidos se ha visto que British Petroleum ha pagado una multa extraordinaria por el derrame de petróleo en el Golfo de México en 2010. Algunos -advierte Lepage en su reflexión- dicen que es poco teniendo en cuenta sus beneficios, pero 3.500 millones de euros comparados con los 375 .000 euros a los que Total ha sido condenada en Francia por el Erika es una gran suma». I. E.