Urkullu ensalza el Concierto como «continuación de la soberanía vasca»
En un día clave en la agenda jelkide como es el aniversario de la muerte de Sabino Arana, Iñigo Urkullu ensalzó el papel del Concierto Económico como «vestigio y continuación de la soberanía vasca originaria». En uno de sus últimos discursos como presidente del EBB del PNV, llegó a decir que se trata de un «instrumento de Estado», al que «otros hoy están aspirando para fraguar su potencialidad nacional».
GARA | SUKARRIETA
En un acto político celebrado a escasos metros del cementerio de Sukarrieta donde reposan los restos de Sabino Arana, del que ayer se cumplió el 109º aniversario de su muerte, el todavía presidente del PNV y futuro lehendakari, Iñigo Urkullu, trató de explicar lo que su partido entiende como soberanía y lo proclamó como impulsor de la «identidad nacional vasca».
Ante el resto de componentes del EBB, así como de cargos institucionales como la presidenta de la Cámara de Gasteiz, Bakartxo Tejería, Urkullu remarco que para ser una nación «no son precisas las fronteras, ni las físicas ni sobre todo las mentales», y abogó por «exprimir al máximo las herramientas del autogobierno con las que contamos». «Somos Europa, Europa es nuestra meta», añadió el próximo inquilino de Ajuria Enea.
Tras recordar la abolición de los fueros y el nacimiento del Concierto Económico, el líder jeltzale lo calificó de «vestigio y continuación de la soberanía vasca originaria». «Nosotros, el PNV, logramos recuperarlo y hemos sabido gestionarlo, actualizarlo y asegurarlo, también en Europa», defendió, para añadir que «esta soberanía económica que garantiza el Concierto es la que nos ha permitido crecer como nación».
A su juicio, se trata de un «instrumento de Estado», un estatus al que «otros hoy están aspirando para fraguar su potencialidad nacional», señaló en referencia a Catalunya y Escocia, quienes «buscan también crecer como naciones en Europa».
«En los nuevos tiempos de relaciones políticas e institucionales, Euskadi tiene ya una base sustentada que le permite seguir ganando terreno en su legítima aspiración de ser una nación en pie de igualdad en una nueva Europa», consideró.
Respecto a la actual coyuntura política, Urkullu reconoció que «vivimos tiempos de crisis» y remarcó que el problema se ha agravado porque «venimos de una parálisis de liderazgo institucional que corresponde al Gobierno, que en poco ha ayudado a plantar cara a una coyuntura tan dañina», en referencia al Ejecutivo de López.
«Adoptar decisiones díficiles»
En este contexto, reconoció que la situación económica es «difícil, muy difícil, la del país en general y la del Gobierno Vasco en particular», para añadir que no quiere «entrar en polémicas». «Vienen tiempos difíciles para la sociedad, tiempos difíciles para los representantes institucionales, tiempos difíciles para los partidos políticos. Tiempos difíciles para la política. Vienen tiempos difíciles para quienes desde el PNV vamos a tener que adoptar decisiones difíciles», advirtió Iñigo Urkullu.
Tras abogar por primar la «recuperación económica y el empleo», subrayó que en días pasados han presentado a las formaciones políticas las «bases sustanciales sobre las que deben centrarse los esfuerzos colectivos que el conjunto del país reclama». «Los primeros pasos, encaminados a alcanzar alianzas sólidas en torno a dichos objetivos, han resultado infructuosos. Pero no vamos a cejar y menos cesar en el empeño. Euskadi pide acción. Vamos a comenzar a avanzar», indicó.
En su opinión se está ante una «emergencia nacional» e Iñigo Urkullu reconoció que no puede admitir que «alguien se niegue a arrimar el hombro».
La portavoz parlamentaria de EH Bildu, Laura Mintegi, pidió ayer, en una entrevista concedida a Europa Press, que no haya «impasse» en el traspaso de poderes entre el Gobierno en funciones del PSE y el Ejecutivo que conformará el PNV, y reclamó que se constituya «lo antes posible».
También apuntó que los jeltzales adelantaron dos días la constitución del Parlamento de Gasteiz para que coincidiera con el encuentro de Aiete y tener «una buena excusa» para que el futuro lehendakari, Iñigo Urkullu, no acudiera y «quitarle importancia». Además, recordó que un nuevo marco es «un tema de país» y debe llevarse ante Mariano Rajoy tras hacerse un planteamiento conjunto.
Mintegi advirtió sobre «la situación de grave debilidad» en la que se encontrará el próximo Ejecutivo, al no haber llegado a acuerdos con otras formaciones, y destacó que el PNV ya está realizando «un aviso a navegantes», al no descartar que, «en breve, recurra a alguna fuerza que le pueda apoyar». En esta línea, precisó que hay «algún partido que está en situación de penuria interna muy evidente y que, en rebajas y de forma muy barata, puede apoyarle», en alusión al PSE.
En este contexto, puso el ejemplo en lo ocurrido en torno a Kutxa. «Es absolutamente preocupante cómo en torno a unos intereses totalmente espurios e inconfesables se pueden reunir fuerzas y se pasa por encima de la ética, de la representación democrática y de las mayorías. Cuando a la derecha se le toca el bolsillo, se pone nerviosa y no tiene ningún escrúpulo», aseveró la parlamentaria.
Asimismo, indicó que la formacion jeltzale «se arroga la etiqueta de `buen gestor'», cuando, a su juicio, no lo es porque «gestiona para intereses económicos especulativos».
El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, pidió ayer al futuro lehendakari, Iñigo Urkullu, «seriedad» y que transmita «una imagen de tranquilidad y estabilidad a la ciudadanía». Asimismo, le instó a que si no quiere «polemizar» sobre las cuentas de Lakua, «que no hable del asunto».
Añadió que confía en que en próximos días cuando se concrete la nueva reunión para el traspaso de poderes, el PNV sepa «estar a la altura de las circunstancias sin ver un espectáculo como el que ellos escenificaron en 2009». Le solicitó que haga las cosas «como se deben hacer en democracia, con un traspaso de poderes y una alternativa democrática normal».