La izquierda abertzale ve «una aportación de primer orden a la paz»
La izquierda abertzale, Aralar, Alternatiba y Lokarri saludaron ayer la disposición mostrada por ETA en su último comunicado. A este respecto, Maribi Ugarteburu afirmó que la «agenda de diálogo» propuesta por la organización armada constituye una «aportación de primer orden para la paz». En su escrito, publicado por este diario, ETA hacia una propuesta para superar «la involución» que ha percibido durante estos meses en gobiernos y partidos.
GARA | BILBO
El último comunicado de ETA suscitó ayer una cascada de reacciones, entre las que destacaron, por su tono positivo, las de la izquierda abertzale, Aralar, Alternatiba y Lokarri, que saludaron la disposición mostrada por la organización armada. En el escrito, publicado en este diario, ETA propone a los gobiernos español y francés una «agenda de diálogo» centrada en las consecuencias del conflicto: presos y refugiados, desarme y desmilitarización, y apuesta por superar «la involución» que ha detectado en estos últimos meses.
En rueda de prensa celebrada en Bilbo, Maribi Ugarteburu declaró que el comunicado constituye «una aportación de primer orden para la paz», recordando que «pone sobre la mesa una agenda abierta y una predisposición total a formular plazos y modos de resolver todas las consecuencias del conflicto». Por tanto, sostuvo que «si los gobiernos español y francés activaran esas vías de diálogo estaríamos en un escenario de vísperas de resolución de todas las consecuencias del conflicto».
La portavoz de la izquierda abertzale hizo balance de lo acontecido desde la Declaración de Aiete y el anuncio del cese definitivo de la actividad armada de ETA, y censuró que «Madrid y París manejan continuamente una agenda de medidas contrarias a la paz», mientras que la organización vasca, también después de la histórica declaración del 20 de octubre de 2011, «ha seguido dando pasos y haciendo público su compromiso favorable al entendimiento y a la resolucion del conflicto». A este respecto, y tras señalar que «no hay ninguna duda de la irreversibilidad de la decisión de ETA», apostilló que «de lo que sí hay dudas es de cuándo va a acabar por parte de los gobiernos esta actitud de seguir con medidas contrarias a un cambio de política penitenciaria o sobre cuándo va a dejar de haber juicios o detenciones de carácter político». ETA, insistió Ugarteburu, «pone sobre la mesa, sin ningún tipo de ambajes, una agenda abierta y una predisposición total a articular fórmulas, plazos, modos, etc., de resolver todas las consecuencias del conflicto, y ahí se incluye el tema de presos, desarme, desmilitarización, hablar de víctimas, y de la desactivación de los propios militantes de ETA».
«Más claro agua -agregó-, es una disposición en positivo a seguir avanzando en la resolución y no para lo contrario».
Por eso, hizo un llamamiento a todos los agentes políticos y sociales del país para que hagan «cada uno por su parte, una lectura, una valoración seria y profunda» de la propuesta.
Cualitativamente significativo
Aralar, en un comunicado, subrayó «la voluntad demostrada por ETA de continuar y profundizar en el camino de la unilateralidad iniciado en 2011». A su juicio, «es positivo y cualitativamente significativo» que ETA «sitúe al pueblo, a la ciudadanía, como eje de la resolución del conflicto», por lo que cree «más urgente que nunca dar pasos con una visión de pueblo, no constreñir la voluntad de diálogo a las instituciones y avanzar por el camino del diálogo sin exclusiones para acordar las bases de un acuerdo amplio que permita conseguir una convivencia basada en una paz para todos y el respeto entre diferentes». En parecidos términos, el portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, valoró de forma positiva el comunicado, en el que ETA, destacó, reafirma «su apuesta inequívoca por el cese definitivo de la violencia y su compromiso de continuar por el mismo camino hasta el final».
«Respetar sus ritmos»
Lokarri, por su parte, consideró positivo que ETA manifieste «claramente» su disposición de abordar su «desarme y desmantelamiento», aunque señaló que si la organización armada reconoce que la sociedad vasca «es la protagonista de este proceso de paz» también debe «respetar sus ritmos». Además, este organismo no coincide en que se esté produciendo una involución, tal como asostiene la organización armada, y considera que aunque con «dificultades», el proceso «avanza». Entre esas dificultades, Lokarri sitúa el hecho de que los gobiernos español y francés «no están dispuestos a dar pasos para facilitar la convivencia en la sociedad vasca iniciando contactos técnicos con ETA para diseñar una agenda de desarme, desmantelamiento y reintegración social».
A juicio de la izquierda abertzale el comunicado de ETA tiene un contenido «de calado» y una «propuesta muy significativa en el avance hacia la paz» que, además, muestra «sintonía» con la demanda social mayoritaria en Euskal Herria.
Lokarri consideró «importante» que ETA «mantenga su compromiso con el final definitivo de la violencia» y también que asuma que «debe ir más allá para poder garantizar la seguridad de toda la ciudadanía».
El Gobierno español y los representantes del PP y el PSOE en la CAV tiraron de manual a la hora de referirse al comunicado de ETA. Así, desde Barcelona, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, insistió en que el Gabinete de Mariano Rajoy no va a negociar «en absoluto» con la organización armada vasca, y exigió su «disolución incondicional». «Ni hemos negociado ni vamos a negociar en absoluto con una organización terrorista, y el único comunicado que espera y exige el Gobierno, y trabaja para ello, es su disolución incondicional», declaró el ministro en su discurso habitual. En esta misma línea, manifestó que «el único comunicado que esperamos y exigimos, y en el que trabajamos para que se produzca, es el de su disolución incondicional».
Como no podía ser de otra forma, también Antonio Basagoiti utilizó el libro de estilo del PP y dijo que el Gobierno «no va a dar nada» a ETA a cambio de su desaparición y añadió que «o se disuelve o se la disuelve». El presidente del «PP vasco» llegó incluso a declarar que «antes ETA amenazaba asesinando, lijando víctimas. Ahora ETA asesina con textos, con comunicados». «Nos da igual. El Gobierno va a seguir haciendo lo que debe, que es exigir y trabajar para que ETA o se disuelva o se le disuelva», apuntó. Para Basagoiti, «hace falta que se vayan dando cuenta de que no van a obtener ningún premio, ningún regalo por todo lo que han hecho, sino todo lo contrario: es decir, que nos dejen en paz, que entreguen las armas, que ningún Gobierno les va a dar nada de lo que pidan, ni este ni ningún otro».
Desde el PSE, su portavoz, José Antonio Pastor manifestó que el comunicado «suena a viejo» y sostuvo que «lo único que se espera y se sigue esperando es el desarme unilateral por parte de ETA». En declaraciones a Europa Press, Pastor declaró que el último escrito remitido por la organización armada «viene a decir prácticamente lo mismo que si no hubiera cambiado nada en este país» y, además, «intenta establecer condiciones a Francia, a España y al sistema democrático», por lo que, consideró, «no vale la pena hacer más valoraciones». «No se les puede dar más pábulo porque, ni han condicionado, ni van a condicionar la política de este país», concluyó.
Quien aprovechó la circunstancia para volver a insistir en sus demandas de ilegalización fue Gorka Maneiro. El parlamentario de UPyD en Gasteiz calificó el comunicado de «chantaje inaceptable propio de totalitarios» y afirmó que si EH Bildu no exige a ETA que se disuelva «volverá a demostrar que está a su servicio y que no puede estar en las instituciones».
En un comunicado, Maneiro pidió al Gobierno español «que ponga toda la carne en el asador y utilice todos los instrumentos del Estado de Derecho para lograr que la banda terrorista ETA pierda toda esperanza, para derrotarla en todos sus frentes y para detener a todos sus miembros que tiene a día de hoy localizados». GARA
Iñigo Urkullu y Yolanda Barcina respondieron al comunicado de ETA mientras participaban en sendos actos de sus respectivos partidos, PNV y UPN. El presidente jeltzale y presumible próximo lehendakari participó en Sukarrieta en un acto convocado con motivo del aniversario de Sabino Arana, desde donde manifestó que «la consolidación del tiempo y el camino a la paz y la convivencia no se consigue con comunicados que no sea que indiquen el final, ni en base a escenificaciones, ni ruedas de prensa, ni entrevistas», sino «trabajando con discreción». Urkullu, en este sentido, abogó por «trabajar con discreción hacia el camino a la paz y la convivencia», consideró que este país «vive una oportunidad» y concluyó que «por primera vez en nuestra historia moderna no hay amenaza de violencia que empañe nuestro horizonte. Sin violencia ni chantajes la democracia se impone. Y desde la democracia y en libertad todos los caminos están abiertos».
Barcina, por su parte, intervino en el acto de clausura del Día del Partido de UPN, y pidió a ETA que «deje de dar comunicados parciales» y que «desaparezca de una vez, sin ninguna condición». «UPN no acepta condiciones de los terroristas, todavía nos quedan demasiados crímenes por esclarecer, armas por entregar y años de cárcel por cumplir», declaró la presidenta del Gobierno navarro, para añadir que su partido «nunca mirará para otro lado ni apoyará un final fraudulento de esta historia». «Que no cuente nadie con UPN para mirar para otro lado, nunca lo haremos», insistió. GARA
La asociación Dignidad y Justicia pidió a los gobiernos español y francés «brazo firme y mano dura hasta exterminar a la organización terrorista». «Nunca habrá reconciliación de ningún conflicto, porque no existe», sostuvo el colectivo ultra.