Los Sixers de Philadelphia no han tenido suerte con su fichaje estrella. Procedente de los Lakers, este verano se hacían con Andrew Bynum, uno de los mejores pívots puros de la NBA. El problema de este jugador son las rodillas, tan frágiles que las tiene. Tan frágiles, hasta el punto que se perderá lo que resta de temporada.

Bynum tiene contusiones óseas en ambas rodillas junto a un cartílago debilitado en ambas rodillas. Así las cosas, los Sixers han decidido ponerlo en la lista de bajas de forma indefinida.

Quien está cerca de volver a las canchas es Ricky Rubio. El base catalán se lesionó de gravedad la rodilla en la pasada campaña. Todavía no puede jugar, pero ya se entrena con los Timberwolves y en la previa del último partido, derrota de los Wolves por 96-85 ante Golden State Warriors, ya se le vio ejercitarse.

En lo que al resto de partidos de la jornada se refiere, destacó la paliza que infligieron Los Angeles Lakers a domicilio a los Dallas Mavericks. Los de Mike D'Antoni olvidaron sus últimas derrotas, y aunque Kobe Bryant «solo» anotó 19 tantos -empatado con Metta World Peace-, los angelinos barrieron a los texanos por 89-115.

Mientras, los 67 puntos sumados por Kevin Durant -37- y Westbrook dieron el triunfo a los Oklahoma City Thunder por 119-106 sobre los Sixers. En Miami, los Heat se agarraron a los 30 tantos de LeBron James para derrotar por 110-108 a los Cleveland Cavaliers.

Atlanta Hawks, por su parte, confirmó su buen inicio superando 104-93 a los Clippers, con 19 tantos y 12 rebotes de Zaza Pachulia. Carlos Boozer, con 22 puntos y ¡19! rebotes, dio el triunfo de Chicago sobre Milwaukee por 86-93. Asimismo, Washington sigue sin ganar, y confirmó ser la decepción del año al caer 106-108 ante Charlotte tras dos prórrogas. Sacramento se imponía 108-97 a Utah con 27 puntos de Tyreke Evans.