La Presidencia egipcia difundió ayer un comunicado en el que recordó el carácter «provisional» de la declaración constitucional emitida el pasado jueves por la que el presidente, Mohamed Morsi, se blinda ante cualquier decisión judicial, e insistió en su compromiso con un diálogo democrático que incluya a «todas las fuerzas políticas» para elaborar la nueva Constitución, «que es la piedra angular de las instituciones modernas de Egipto». El mandatario trataba así de superar la cada vez mayor división en las calles, que ayer se cobró la primera víctima mortal, un adolescente de 15 años de los Hermanos Musulmanes que falleció durante un ataque a la sede de la hermandad en Damanhur.

«Esta declaración se considera necesaria para que rindan cuentas los implicados en la corrupción y otros delitos durante el régimen anterior y el periodo de transición», insistió Morsi en su comunicado, refiriéndose a la parte del decreto que obliga a repetir los procesos judiciales contra los altos cargos del régimen de Hosni Mubarak.

La judicatura y la oposición han acusado a Morsi de arrogarse poderes dictatoriales. En ese sentido, la declaración de la Presidencia señaló que el decreto «no pretende concentrar los poderes» en el presidente, sino devolverlos. El objetivo, argumenta, era evitar la politización del poder judicial.

El Consejo Superior de Justicia, el más alto organismo del poder judicial de Egipto, matizó ayer que el polémico decreto de Morsi debe afectar únicamente a las medidas relativas a «asuntos de soberanía». La declaración del Consejo instó además a los jueces, declarados en huelga indefinida en protesta por el decreto, a retomar el trabajo.

El Club de Jueces, la principal organización profesional de la judicatura, aprobó el sábado en asamblea convocar una huelga indefinida con carácter inmediato en protesta.

Morsi se reunirá hoy con el jefe del Consejo Superior de Justicia y del Tribunal de Apelación, Mohamed Metuali, para conocer de primera mano la opinión de los jueces sobre el decreto.

Ayer la Asamblea General del Sindicato de Periodistas apoyó secundar una huelga en una fecha aún sin concretar y retirarse de la Asamblea Constituyente.

Desde que Morsi blindara sus plenos poderes ejecutivos y legislativos se han sucedido las protestas, en las que unas 300 personas han resultado heridas.

Su decisión ha ahondado la brecha entre sus partidarios y detractores en la cairota plaza Tahrir, donde prosiguieron ayer los choques esporádicos entre policías y manifestantes.