Diez palestinos han muerto en los últimos días a causa de las heridas que sufrieron durante la agresión israelí contra Gaza, lo que eleva a 175 el número de víctimas mortales. La ONU tiene en sus manos reconocer al pueblo palestino, del mismo modo que podría hacer mucho más para acabar con una política demencial que la comunidad internacional pretende convertir en rutina. Es hora de dejar a los palestinos que sean lo que son. Y de dejarles en paz.