El Ibex terminó ayer con una caída del 0,33%, hasta los 7.837,60 puntos. El camino seguido por el resto de plazas fue similar, aunque pudieron cerrar al alza. Londres arañó un 0,06%, Fráncfort, un 0,15%, y París, un 0,37%. El recorte del Ibex puede considerarse un mal menor, ya que llegó a perder más de un 1%. En la recta final, sin embargo, se producía un giro positivo gracias al posible acercamiento de republicanos y demócratas para el acuerdo en materia fiscal, mientras que la prima de riesgo del Estado español bajaba de los 400 puntos. En este contexto, los bancos, ya sabidas las cantidades y las condiciones de la reestructuración aprobada por Bruselas, se convertían en el foco preferente de atención. Dentro del Ibex, el mejor fue Popular (+9,06%), disparado al final del plazo de la suscripción de derechos para la ampliación de capital, seguido de Ferrovial (+1,79%) y BME (+1,63%). Por su lado, Caixabank sumaba un 1,36% después de la toma de control del Banco de Valencia, que se hundía un 17,78%. Las desinversiones inmediatas previstas con la reestructuración bancaria pasaron factura a Mapfre (-3,71%), Iberdrola (-2,03%) e IAG (-0,29%). Todavía peor le fue a Bankia (-9,34%), tras conocerse con más detalle las severas exigencias europeas para inyectarle 18.000 millones de euros. Entre los pesos pesados, únicamente subió Inditex (+1,14%), mientras que BBVA, Telefónica, Repsol y Santander restaban menos de un 1%. En París, las alzas de Veolia Environnnemet (+3,50%) y EADS (+1,72%) encabezaban a los ganadores. Los títulos de Renault (-2%) abrían la lista de los descensos.