ERC no entrará en el Govern pero apoyará los presupuestos para 2013
CiU y ERC iniciaron ayer formalmente las negociaciones para la próxima legislatura con una comida entre sus dos líderes tras la cual Junqueras se reafirmó en su negativa a entrar en el Govern, pero anunció que apoyaría la investidura y los duros presupuestos del año que viene, a cambio de acelerar el proceso de autodeterminación. Mas mantuvo silencio sobre la reunión, pero en una carta a la militancia confirmó que «la consulta se hará en los próximos cuatro años».
Beñat ZALDUA | BARCELONA
Los líderes de CiU, Artur Mas, y ERC, Oriol Junqueras, iniciaron ayer las negociaciones para pactar la gobernabilidad durante la próxima legislatura con una comida en el Palau de la Generalitat. Tras el almuerzo, el líder de los republicanos explicó a Catalunya Radio lo transmitido al president en funciones.
Junqueras confirmó que ERC no quiere entrar al Govern, pero garantizó la estabilidad del próximo ejecutivo de CiU a través de su apoyo a la investidura de Mas y a los presupuestos del año que viene. A cambio, exigirían un compromiso claro en la agenda nacional, con la consulta de autodeterminación en primer plano.
De esta manera, Esquerra trataría de garantizar la buena marcha del proceso soberanista -sobre el que algunos dirigentes de CiU ya han mostrado sus dudas- e intentaría no desgastarse por la gestión en el Govern.
Algo que, por otro lado, les será complicado si acaban apoyando los presupuestos de CiU para 2013; unas cuentas que el portavoz del Govern en funciones, Francesc Homs, definió el martes como los más duros de la historia moderna de la Generalitat, ya que contemplarán un recorte de casi 4.000 millones de euros. Es decir, los presupuestos que pretenden sacar adelante los líderes convergentes concentrarán en un solo año unos recortes equivalentes a los que han aplicado durante los dos últimos años de durísimos ajustes.
Carta a la militancia
Mas no valoró ayer el encuentro con Junqueras, aunque a lo largo del día envío una carta a los militantes de Convergència en la que les animaba a no sentirse frustrados por los resultados del domingo, ya que habían ganado las elecciones y «el soberanismo, el catalanismo y el derecho a decidir tiene a día de hoy más fuerza que nunca en el Parlament». Por ello, se reafirmaba en que «la consulta al pueblo de Catalunya se hará en los próximos cuatro años».
Mientras Artur Mas y Oriol Junqueras se reunían en el Palau, la Assemblea Nacional Catalana (ANC), la Associació de Muncipis per la Independència y Òmnium Cultural valoraron muy positivamente los resultados de las elecciones del pasado domingo, al constatar que «se ha pasado de un Parlament autonomista a uno mayoritariamente independentista», en el que 74 diputados apuestan por el Estado propio y 87 por el derecho a decidir.
Consciente de que la situación creada por los resultados electorales no es fácil, la presidenta de la ANC, Carme Forcadell, instó a los partidos políticos favorables a la consulta a que hagan suyo el tercer punto programático de la Assemblea y trabajen juntos para hacer efectivo el derecho a decidir durante la próxima legislatura.
Govern fuerte
Para ello, Forcadell insistió en la necesidad de constituir «un Govern fuerte, con un president fuerte, para gestionar el día a día y convocar la consulta».
Después de mantenerse en absoluto silencio durante toda la jornada del martes, el secretario general del PSC, Pere Navarro, compareció ayer en una rueda de prensa para reivindicar «la honorabilidad» de los militantes del PSC imputados en el caso Mercuri, en el que destacan el secretario de organización y número dos del partido, Daniel Fernández, el alcalde de Sabadell y miembro de la ejecutiva, Manuel Bustos, y la alcaldesa de Montcada i Reixac, Maria Elena Pérez.
Navarro se limitó a ratificar la suspensión de las funciones de los imputados dentro del partido, pero se negó a forzar la dimisión de sus cargos públicos -Daniel Fernández es también diputado-.
Aseguró Pere Navarro que tanto Daniel Fernández como Manuel Bustos y Maria Elena Pérez habían «clamado por su inocencia» y que él «confía» en que no tienen nada que ver con una trama de corrupción urbanística que cobraría comisiones ilegales a cambio de adjudicación de obras públicas.
«No tenemos más información que la ofrecida por los medios de comunicación, por lo que esperamos que el proceso sea rápido, se aclare todo y podamos restituirles en sus funciones», sentenció el líder de los socialistas.
Preguntado sobre si el caso destapado ayer podría dificultar las hipotéticas conversaciones con CiU para acordar la gobernabilidad durante la próxima legislatura, Pere Navarro ha señalado a los medios de comunicación que «no hay relación entre una cosa y la otra», aunque ha asegurado que no han iniciado «ninguna conversación, más allá de las protocolarias». Beñat ZALDUA