Mientras los trabajadores de Bridgestone se movilizaban desde Usansolo y Basauri hasta el Museo Guggenheim para mostrar el rechazo a los despidos en una jornada de huelga, en Burgos se reunía el comité intercentros con la empresa. La dirección redujo en «unos pocos» los despidos y, a la vez, exigió mayor flexibilidad laboral. LAB tachó ayer esa oferta de «chantaje» y conminó al comité intercentros a que «no ceda». UGT tampoco salió conforme del encuentro y, a través de una nota, indicó que «es insuficiente».

LAB detalló la nueva situación a nunciando que de 216 despidos, entre las 2 plantas de Basauri y Usansolo, pasarían a ser 194 . «La empresa ofrece 40 días por año trabajado con tope de 42 mensualidades, pero a cambio se tendría que aceptar una flexibilidad del 15% de la jornada anual. Si no se aceptan estas condiciones, los despidos serán de 216 trabajadores y la indemnización de 20 días por año con tope de una anualidad, como fija la reforma laboral».

El sindicato denunció «el chantaje, que es una estrategia empresarial basada en la amenaza para conseguir flexibilidad y una modificación sustancial de las condiciones de trabajo» y reiteraron que en Bridgestone «no hay causas productivas ni económicas para llevar adelante este expediente de extinción».

En base a esta nueva oferta, LAB exigió al comité intercentros «que no negocie este expediente».