COPA Partido de vuelta de los dieciseisavos de final
Media hora para recordar
El Alavés superó con claridad al Barcelona en el arranque del choque. Velasco Carballo perjudicó claramente a los babazorros.
BARCELONA 3
ALAVÉS 1
Asier AIESTARAN
A pesar de que el marcador total de la eliminatoria (6-1, 0-3 en la ida y 3-1 ayer) pueda llevar a pensar lo contrario, lo cierto es que el Alavés sale fortalecido de su enfrentamiento con el todopoderoso Barcelona. El Glorioso, que ya plantó cara a los culés en Mendizorrotza, demostró ayer que es capaz de desenvolverse con acierto durante media hora en un campo siempre complicado como el Camp Nou. Una media hora que debe servir para coger confianza y seguir creciendo en busca del ascenso.
Natxo González puso sobre el césped su once de gala, con una defensa de cinco hombres y el jovencísimo portero del filial Sergio Herrera (19 años) como gran novedad bajo los palos, obligado por las lesiones de Miguel y Urtzi. En frente, Tito Vilanova apostaba por una extraña mezcla de canteranos y jugadores que o bien reaparecían tras sus lesiones, caso de Adriano o Thiago, o bien están intentado recuperar su mejor nivel, como Puyol o el propio David Villa.
Y lo cierto es que en los primeros veinte minutos la fórmula del Alavés fue mucho más fructífera. Para empezar, antes de que se cumplieran tres minutos de juego, el colegiado Velasco Carballo se comía un clarísimo penalti de Song, que tocó el balón con la mano dos veces dentro del área tras una gran jugada colectiva de los babazorros.
No fue un espejismo, ya que tras una tímida internada de Montoya por la banda derecha, el conjunto visitante volvía a poner en apuros a Pinto. Primero fue Miki el que, con un buen zapatazo desde fuera del área, casi sorprende al meta culé en el minuto 13. Y justo tres minutos después, Borja Viguera adelantaba a los albiazules rematando de cabeza un centro magistral del centrocampista catalán. Incluso pudo marcar el segundo en la siguiente jugada el Alavés, en una mala salida de Pinto que el línea neutralizó pitando un dudoso fuera de juego.
Villa apareció de nuevo
A partir de ese momento, el Barça fue haciéndose con el control del partido poco a poco, y fueron llegando sus primeras ocasiones de gol, eso sí, cumplida ya la media hora de juego. Por desgracia, si algo tienen los culés es calidad, y una pared de Adriano con Thiago en el carril zurdo terminó con gol del primero, que igualaba el marcador a pesar del buen trabajo realizado por los alaveses durante toda la primera mitad.
La segunda parte fue otra historia. La charla de Tito Vilanova en el descanso hizo que los catalanes salieran al campo mucho más enchufados, con la intención de solucionar el partido cuanto antes. Y para lograrlo, quién mejor que un killer de la talla de David Villa. Aunque el asturiano no esté pasando por su mejor momento, el Alavés ya sufrió su instinto goleador en la ida, cuando marcó un auténtico golazo desde fuera del área, y ayer volvió a aparecer.
El «guaje» avisó a los cuatro minutos de la reanudación, en un cara a cara con Herrera que el joven portero desbarató de forma espectacular. Pero apenas cinco minutos después, Villa dejaba las cosas en su sitio con un libre directo ejecutado de forma brillante a la escuadra. Casi a renglón seguido, el «7» del Barça volvía a mojar a placer tras asistencia de Cristian Tello.
Ahí terminó el partido, aunque es justo reconocer que entre los dos goles de Villa hubo un tanto de Miki mal anulado por fuera de juego inexistente. No hubiera cambiado nada, pero marcar dos o tres goles en el Camp Nou hubiera sido un premio añadido al de poder jugar en casa del Barcelona.