Un año de arduo trabajo de 33 personas, la mayoría vinculadas al mundo universitario, ha dado como fruto la publicación de ``Euskal Estatuari bidea zabaltzen'', en el que en los tres libros que conforman el documento académico auspiciado por la Fundación Ipar Hegoa se defiende la viabilidad de ese proyecto. «Euskal Herria tiene recursos económicos y productivos suficientes para hacer frente a un Estado eficaz», subrayó la doctora en Sociología Txoli Mateos.

La secretaria general de LAB calificó el análisis de «instrumento válido para todo el independentismo», al objeto de generar debate y aportar desde el ámbito académico al mismo. Ainhoa Etxaide dijo que el estudio evidencia que «construir un Estado vasco será difícil, será el resultado de un proceso largo -apostilló- , pero será un proceso totalmente real, posible si existe voluntad política».

Mateos se ha encargado de coordinar el volumen sobre ciudadanía y cultura, mientras el catedrático de Hidrogeología Iñaki Antigüedad ha hecho lo propio sobre el de territorios y socioeconomía, y Mario Zubiaga, doctor en Ciencias Políticas, ha impulsado el dedicado al ámbito jurídico-político. La publicación, editada en euskara y con una futura versión en inglés en internet, será presentada públicamente el 7 de diciembre en la Azoka de Durango.

Zubiaga incidió en que «un Estado vasco, por ser pequeño, puede tener ventajas respecto a otros grandes», aclarando que al ser los vínculos comunitarios lo suficientemente estrechos, ello beneficia que «la gestión de la complejidad cultural, lingüística, territorial, económica sea mucho más eficaz». Antes, Mateos destacó que su constitución «sería la única manera de hacer frente a los grandes problemas que tiene la sociedad vasca», por lo que tendría que ser la voluntad de su ciudadanía la que impulsara ese Estado.

«No es ninguna ingenuidad»

La profesora universitaria remarcó que esa reivindicación «no es ninguna ingenuidad» y estimó que reivindicar un Estado propio «no es una frivolidad, sino que está lleno de sentido». Entre las conclusiones que destacó Txoli Mateos, se encuentra la de que el futuro Estado debiera diferenciar ciudadanía y nacionalidad, de modo que pudiesen convivir en su seno «distintas identidades nacionales». Tal y como aclaró Julen Zabalo, otro de los docentes implicados en el trabajo, «un Estado vasco tendría que tener en cuenta la realidad de la existencia de tres grandes nacionalidades: la vasca, la francesa y la española, y que en todas ellas la gente se sienta vasca».