En Laudio, bajo un tremendo aguacero, un numeroso grupo de trabajadores recorrió las calles para rechazar la política «de rapiña» de los bancos con los desahucios, ya que se han producido cuatro en poco tiempo. La marcha prosiguió hasta la sede de Lanbide, donde exigieron unos servicios públicos de calidad y también garantías para el empleo, puesto que en apenas cinco años el paro ha pasado del 6,5% al 17,9%. La marcha terminó junto al Ayuntamiento, donde demandaron de nuevo la calidad en los servicios públicos.

En ese punto, dos personas, en enombre de los sindicatos ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE, Hiru, CGT-LKN y CNT y del centenar de colectivos sociales convocantes, leyeron un comunicado en el que reclamaron «un cambio radical de las políticas públicas» y exigieron que «la prioridad debe ser la creación de empleo digno y el avance en los derechos sociales. Basta ya de dar dinero a la banca y de enriquecer el bolsillo de ciertos empresarios».

Los participantes pidieron terminar con la estrategia de los empresarios que «se están aprovechando de las reformas laborales y de negociación colectiva para despedir a miles de trabajadores y para imponer, con la amenaza del paro, un empobrecimiento generalizado de los trabajadores».

En Laudio, se sumaron también trabajadores de Guardian Llodio, que llevan desde el pasado 23 de octubre en huelga indefinida, mientras la empresa «con engaños» -explicaron algunos de ellos- ha presentado un expediente de extinción que contempla 139 despidos aduciendo pérdidas en 2012 «cuando ni se ha cerrado el año».

Por la tarde, los trabajadores de Guardian se desplazaron a Basauri, que se convirtió en el epicentro de la demanda del mantenimiento de los puestos de trabajo, una población con una tasa de paro del 19,8%. Más de 1.500 personas demandaron futuro para la zona.

Desde Lemoa, trabajadores de Cementos Lemona, que llevan 50 días acampados a pie de fábrica, también se sumaron a la movilización, que en Galdakao contó con los más de 200 afectados por el cierre de Formica, de Outokumpu y, unos metros más adelante, los de las dos plantas de Bridgestone. La multinacional japonesa quiere echar a 216 trabajadores. La última oferta redujo a 194 los despidos, pero a cambio pedía a los empleados que aceptaran elevar la flexibilidad laboral.

Desde Laudio a Lemoa, pasando por los puntos centrales de Basauri y Galdakao, la pesadilla de los despidos está en boca de todos los ciudadanos. Las columnas que unieron todos esos puntos lo confirmaron. El temor al paro es creciente, porque «vemos que los empresarios tienen todos los mecanismos para dejar sin futuro a muchas familias. Es indignante», reconoció un empleado de Guardian.

Huelga indefinida

Poco antes de iniciar la marcha multitudinaria desde Arratia, los trabajadores de Cementos Lemona habían recibido ya cartas de despido, poco después de que a otros compañeros les llegasen las prejubilaciones. En total, 34 trabajadores afectados. La plantilla decidió que a partir del 5 de diciembre comenzarán una huelga indefinida. En Guardian Llodio llevan 37 días en huelga y más de 70 días encerrados en la fábrica los de Formica, tratando de aferrarse a los 66 años de historia.

Hoy las manifestaciones de protesta se celebrarán a las 18:30 en el Sagrado Corazón de Bilbo; y a las 19.00 en el Boulevard de Donostia y en la plaza Bilbao de Gasteiz.