Agustín GOIKOETXEA

Por mucho que, al final del Claustro extraordinario, el aspirante a la reelección tratase de restar importancia al «hecho puntual» de que está dispuesto a cumplir con las obligaciones contraídas con los 6.950 trabajadores, lo cierto es que su voluntad de desembolsar la paga extra en diciembre, «con el procedimiento que ofrezca el máximo de garantías jurídicas», centró el interés de la representación sindical y de los numerosos medios de comunicación que acudieron al Bizkaia Aretoa.

La primera reacción, de urgencia, llegó desde LAB -central mayoritaria en el profesorado laboral y con una fuerte implantación en el personal de administración y servicios (PAS)- que valoró el pronunciamiento, pero instó a Goirizelaia a convocar a los sindicatos para dar más detalles. «Nos preocupa desconocer en base a qué concepto se va a realizar el pago», advirtieron.

En su alegato final, después de 25 minutos de alocución, Goirizelaia reconoció, como lo había hecho a lo largo de su intervención ante 112 de los 253 claustrales convocados a la sesión en Bilbo, que existen importantes incertidumbres, por encima de los grandes ejes de su programa electoral, a causa de los recortes presupuestarios en las dos administraciones que financian a la UPV-EHU.

«Ante las amenazas externas que afectan directamente a la universidad pública y que pueden ejercer una influencia decisiva en nuestro futuro, yo -dijo el candidato- me comprometo a defender, desde el respeto institucional, todo lo que hemos conseguido, tal y como lo he hecho hasta ahora, con argumentos, con criterio, pero con toda la intensidad y fortaleza institucional que hemos ganado estos últimos años».

Al inicio de su intervención reiteró su «compromiso» con la universidad pública, incidiendo en que se enfrentará a quienes traten de minusvalorar su aportación a la sociedad. Y, como también ha repetido en sucesivas ocasiones, Goirizelaia manifestó su «rechazo absoluto a las medidas impuestas» por el Ejecutivo español.

A quienes defienden los recortes, el rector en funciones les dijo que pueden causar un daño «irreparable» a la mayor universidad pública vasca. «Las ocurrencias e improvisaciones pueden terminar con el esfuerzo de años en docencia, en servicios académicos de calidad y en investigación», alertó, antes de augurar que «si el sistema colapsa no podrá ser reiniciado cuando vuelvan los ingresos; sencillamente, se desintegrará y será necesario un volumen ingente de recursos para ponerlo de nuevo en marcha».

El propio aspirante a repetir como rector reconoció que «habrá habido algún claroscuro que otro» en su gestión desde diciembre de 2008 y sobre muchos de esos asuntos le interpelaron los claustrales en un centenar largo de preguntas. Desde la defensa «a ultranza» del crecimiento de plazas previsto en el Plan Universitario 2011-2014, garantizando la estabilidad a la plantilla, a adoptar un papel activo para que inste al Parlamento de Gasteiz a que se implique en la batalla para que Instituciones Penitenciarias rubrique el convenio que abrirá las puertas a que los alumnos presos en cárceles españolas se puedan matricular.

Avanzar con el euskara

No faltó la petición para que estreche las relaciones institucionales con la UPNA, añadiéndolo al compromiso expresado por Goirizelaia del «fortalecimiento del campus transfronterizo con las universidades de Burdeos y la Universidad de Pau y de los Países del Adour».

A su intención de consolidar y mejorar la calidad de la docencia y de las publicaciones académicas en euskara -donde contempla la creación de la Cátedra Mikel Laboa para el impulso del estudio, investigación y proyección de distintas manifestaciones del arte y folklore vasco innovador-, le exigieron acelerar la puesta en marcha del nuevo Plan Director del Euskara, con aplicación a partir del próximo ejercicio y no de 2014. Goirizelaia insistió en que trata de que todos los estudios se pueden hacer en euskara, como Medicina, o en impulsar su uso, mientras los claustrales abogaban porque ponga los medios para que se materialicen sus ideas y consideraron imprescindible avanzar en la normalización lingüística del PAS.

Tampoco faltaron interpelaciones para que el BBVA deje de financiar los cursos de verano o la colaboración con Israel, o las que reclamaban que se profundicen las relaciones con instituciones nacionales como Eusko Ikaskuntza, Gaindegia o UEU.