El entrenador jefe de los San Antonio Spurs, Gregg Popovich, sorprendía dejando en casa a Duncan, Parker, Ginóbili y Danny Green, aduciendo la «veteranía» de sus jugadores franquicia y lo apretado del calendario, de modo que decidía emplear a sus suplentes en el partido ante los Miami Heat -un choque emitido en los Estados Unidos «de costa a costa»-.

La «provocación» del veterano técnico casi salió bien. Con Nando De Colo reivindicándose con 15 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias, y Tiago Splitter aprovechando los minutos para sumar 18 tantos y 9 rebotes, los texanos pusieron en jaque a los vigentes campeones. LeBron James replicaba con 23 puntos, 9 rebotes, 7 asistencias y 4 robos, pero fue Ray Allen quien decidió el duelo con un triple hacia el final para dar el triunfo a los beach boys por 105-100.

Con todo, la «broma» de Popovich no fue gratuita. El comisionado David Stern amenazaba con sancionar a los San Antonio Spurs. «Pido disculpas a los aficionados de la NBA. Ha sido una decisión inaceptable por parte de los San Antonio Spurs y se tomarán las correspondientes sanciones en breve», aseguró Stern en un comunicado.

El base de los Celtics Rajon Rondo también recibía una sanción por dos partidos tras involucrarse en una tangana en el partido ante los Brooklyn Nets.

En el otro partido de la jornada, los Warriors se impondrían 106-105 a Denver. Un triple de Iguodala hubiera dado el triunfo a los Nuggets, pero su canasta resultó fuera de tiempo.