El cineasta japonés Nagisa Oshima será objeto de una retrospectiva en la 61 edición del Zinemaldia
GARA | DONOSTIA
Nagisa Oshima (Okayama, 1932) es uno de los más notables cineastas del cine japonés, además de una de sus figuras más audaces, controvertidas y polémicas. Director emblemático en los años 60 de la llamada nuberu bagu (nueva ola), se convirtió en las décadas siguientes en uno de los nombres de mayor proyección internacional que ha tenido el cine nipón.
Oshima debutó en el cine en 1959 con «Aito Kibo no Machi / Street of Love and Hope», un temprano acercamiento al tema de la problemática juvenil y su primer trabajo para el estudio Shochiku, uno de los más importantes de Japón. Seguirán después otros trabajos con Shochiku que ya definen su estilo crítico y su mirada airada contra la sociedad japonesa: «Seishun Zankoku Monogatari / Cruel Story of Youth» (1960) y «Taiyô no Hakaba / The Sun's Burial» (1960). Pero su siguiente trabajo, «Nihon no Yoru to Kiri / Night and Fog in Japan» (1960), es ya una película abiertamente política tras la cual Oshima abandona el estudio para hacerse productor independiente.
Esa segunda etapa en la filmografía de Oshima es un período de gran creatividad en el que rueda una serie de películas donde plasma sus obsesiones y reflexiones sobre el sexo, la política, la violencia y la muerte, siempre como herramientas con las que analizar las lacras de su tiempo. Sus soluciones formales, muy inspiradas en las nuevas olas europeas y las técnicas teatrales de vanguardia, lo convierten en uno de los cineastas más representativos de la modernidad japonesa. La retrospectiva programada en Zinemaldia recoge todos sus largometrajes rodados para la gran pantalla. El ciclo está organizado con la Filmoteca Española.