Igor Olabarrieta y Patri Lezama Miembros de Komite Internazionalistak y EHko Palestina Sarea
Israel...una vez más
En 2005 la sociedad civil palestina llamó a secundar una campaña internacional de boicot, desinversiones y sanciones hasta que Israel no cumpla con sus obligaciones en virtud del derecho internacional
Israel vuelve a matar en Gaza, una vez más. En realidad en toda su historia Israel no ha dejado de matar y atacar todos los territorios de la Palestina histórica que el sionismo ocupó con la complicidad de la comunidad internacional. Una vez más se nos encoge el corazón viendo las imágenes, y la rabia nos inunda cuando el tratamiento informativo es desde la falsa neutralidad y la equidistancia, como si fueran dos ejércitos de iguales que provocan el mismo sufrimiento a ambos lados de la trinchera. Las cifras por sí solas desmienten este hecho. Palestina, que lleva más de 64 años resistiendo la ocupación sionista se defiende como puede, con uñas y dientes, ante esta nueva agresión de uno de los ejércitos mejor armados del mundo, con tecnología punta y dipositivos de guerra de alta gama y que cuenta con el apoyo de las potencias internacionales. Esta tecnología y armas que una vez más provoca la masacre televisada en Gaza, fueron compradas, entre otros, al Estado español y probablemente producidas en conocidas empresas no muy lejos de aquí. El Estado español autorizó en 2011 la venta a Israel de explosivos, aeronaves y componentes electrónicos por valor de más de 10,5 millones de euros. Los responsables políticos de los acuerdos comerciales con Israel y las empresas de producción de armas (que las tenemos cerca) también se deben sentir responsables de esta carnicería.
Y una vez más salimos a manifestarnos ante la barbarie sionista y a expresar nuestra rabia en la calle. Otra vez mandamos al pueblo palestino nuestro cariño y solidaridad y preguntamos qué podemos hacer desde aquí para detener esta locura. Desde Palestina se respondió a esta pregunta hace tiempo. En 2005 la sociedad civil palestina hizo un llamamiento a secundar una campaña internacional de boicot, desinversiones y sanciones (BDS) hasta que Israel cumpla con sus obligaciones en virtud del derecho internacional: fin de la ocupación y colonización de todos los territorios árabes ocupados en 1967 y desmantelamiento del muro, reconocimiento de los derechos fundamentales de los y las ciudada- nas árabes y palestinas de Israel en plena igualdad, y garantizar el derecho de los refugiados y refugiadas palestinas a regresar a sus hogares y propiedades, como estipula la resolución 194 de las Naciones Unidas.
Ahí tenemos una oportunidad de hacer algo por Palestina desde Euskal Herria, pues Israel se encuentra más infiltrado entre nosotras de lo que podemos pensar a primera vista. Departamentos de la UPV/EHU participan en proyectos de investigación colaborando con institu- ciones israelíes. Empresas de I+D (como algunas del parque tecnológico de Zamudio) mantienen colaboraciones y proyectos de investigación con empresas israelíes. En diciembre de 2011 una delegación compuesta por representantes de la SPRI y del Parlamento de Gasteiz viajó a Israel y visitó empresas y universidades israelíes (desconocemos si esta visita pudo servir de base para futuros acuerdos con Israel o se han firmado ya). Eroski comercializa algunos productos de origen israelí. Imaginarium y Toys R Us comercializan juguetes producidos en Israel. Con frecuencia artistas israelíes como Noa (quien apoyó de forma pública y abierta la masacre perpetrada por el Ejército israelí en Gaza en 2008) visitan Euskal Herria como parte de la programación cultural realizada por las instituciones públicas. Equipos de fútbol y baloncesto vascos (Athletic, Baskonia, Bilbao Basket) se han enfrentado a equipos israelíes sin plantear la menor objeción, en todo caso quienes hemos querido demostrar nuestra solidaridad con Palestina hemos conocido la «amabilidad policial» y hemos tenido que hacer frente a elevadas multas.
Cualquier relación académica o comercial, así como eventos deportivos, culturales y artísticos provenientes de Israel son utilizados por su Gobierno como aval de un falso estado de normalidad y para justificarse como el Estado democrático que no es. La colaboración con entidades públicas o privadas israelíes se utiliza para legitimar la política de ocupación y apartheid que el Gobierno israelí ejecuta sobre la población palestina. Debemos exigir tanto a los representantes políticos como a todas las instituciones públicas y privadas de Euskal Herria que se sumen a la campaña BDS, y que rompan relaciones con Israel y tomen las medidas necesarias para evitar futuras relaciones mientras Israel vulnere la legalidad internacional y continúe sin respetar los derechos que le corresponden como pueblo a Palestina. Esa es la ayuda que nos piden desde Palestina, y eso es lo mínimo que debemos hacer para frenar los pies a los autores de la masacre de Gaza, de la ocupación, del genocidio y el apartheid en Palestina.