Eguzki pide vivienda social en Barakaldo en lugar de planes como el de Gorostiza
GARA | BARAKALDO
El colectivo ecologista Eguzki valora positivamente en un comunicado el posicionamiento contrario de todos los partidos de la oposición del Consistorio de Barakaldo, PNV, PP, Bildu y Ezker Anitza-IU, ante el proyecto presentado por el PSE para modificar el Plan de Desarrollo Urbanístico de Gorostiza.
Eguzki recuerda que este proyecto contemplaba la construcción de 42 viviendas, a las que habría que sumar las que ya estaban programadas en Gorostiza, con lo que supondría un incremento hasta 107 viviendas. Según critica, «es la segunda vez en cuatro años que se propone la ampliación urbanística de este área, a pesar de que en 10 años solamente se han construido 23 viviendas».
A pesar de que la modificación propuesta por el Gobierno de Tontxu Rodríguez no supondría un aumento en la superficie edificada, sino que se reduce el tamaño de las casas, Eguzki considera «sorprendente» que se «apueste por aumentar el parqué inmobiliario del municipio teniendo en cuenta el actual contexto económico y social». A este respecto, el colectivo ecologista apunta que el tipo de viviendas proyectadas, adosados y unifamiliares, «choca de pleno con el contexto de un municipio como el nuestro que tiene una de las tasas de desempleo más altas de la CAV» y recuerda al respecto que según datos de octubre, el paro afecta a 9.599 vecinos, en una localidad en la que se produce una media de tres desahucios por semana, mientras «hay miles de casas vacías».
Eguzki añade que las viviendas proyectadas «están situadas en un área catalogada como zona inundable», ya que «experimenta anegamientos ocasionales o periódicos», y advierte de que «según El Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables, los desastres asociados a la construcción en estas zonas son los que mayor cantidad de daños humanos y materiales producen al año».
Menos espacios naturales
El colectivo denuncia que el desarrollo urbanístico que defiende el PSE «sigue apostando por la destrucción de los últimos espacios naturales de Barakaldo, lo que está provocando una disminución progresiva de los valores ambientales de nuestro municipio así como la disminución de las áreas, ya de por sí escasas, para el ocio al aire libre».
A juicio de Eguzki, «hay razones tanto sociales como ambientales suficientes para pedir la paralización de las obras» en Gorostiza y en el Regato y exige al Gobierno municipal una «apuesta por la vivienda social pensada para los y las ciudadanas, no para las supuestas clases altas de no se sabe dónde, que no acaban de llegar nunca».