La aviación del Ejército sirio siguió ayer bombardeando los alrededores de Damasco donde los insurgentes mantienen algunas de sus bases, mientras un diario próximo al régimen anunciaba «el infierno» para quienes se atrevan a atacar la capital, que se ha convertido en el centro del interés de las tropas de Al Assad en las últimas semanas.

Por otra parte, en la ciudad de Homs al menos 15 civiles murieron en un atentado y otras 24 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba en el barrio de Al Hamra, bajo control del Gobierno.

El Gobierno sirio acusó a los insurgentes del atentado, mientras la oposición responsabilizó a las fuerzas de Al Assad. Tras el atentado, cientos de personas se manifestaron contra el presidente en la ciudad.