ALAVÉS 2

RACING B 0

Los esfuerzos, físicos y emocionales, del Camp Nou no fueron suficientes para alterar al Alavés. El equipo albiazul encontró el mejor antídoto para la resaca, añadiendo tres puntos más a un casillero rebosante. El Eibar le pisa los talones, pero la escuadra de Natxo González avanza con paso firme, sin dar la más mínima sensación de que esa situación pueda cambiar en un futuro próximo, por mucho que no todas las victorias se puedan conseguir con el mismo nivel de brillantez.

Ayer, sin ir más lejos, la puesta en escena no fue la soñada. El Racing llegó a subirse a las barbas del conjunto gasteiztarra, aunque no aguantó demasiado. Con el paso de los minutos, el Alavés se hizo con la posesión, ejerciendo una fortísima presión sobre la salida de balón de su rival, que apenas aguantaba la pelota. Una situación que, pese a que los locales pisaron el acelerador en la recta final de la primera parte, no se tradujo en ocasiones. Apenas algún lanzamiento lejano.

Tras el paso por vestuarios, la decoración cambió por completo. Tuvo mucho que ver el tanto tempranero de Manu García, que aprovechó que la bisoña zaga cántabra le dejó libre de marca en un córner para enviar el balón al fondo de las redes.

A partir de ahí, el Alavés se adueñó del centro del campo y galvanizó el juego en todo momento. El Racing intentó buscar remedio a sus males saliendo a la contra, pero el cuadro local apenas se lo permitió.

El que llegó al contragolpe, de hecho, fue el segundo tanto alavesista. Con finalización de Juanma, cuyo remate tocó Saúl, aunque no lo suficiente como para evitar que entrara. Quedaban más de veinte minutos por delante, pero ese gol finiquitó el choque. El Racing izó la bandera blanca y su anfitrión no quiso hurgar más en la herida.

Reencuentro con el triunfo

Llegaron, por otra parte, buenas noticias desde Las Gaunas, donde el Tudelano se reencontró con la victoria frente a la SD Logroñés (1-2). Con remontada incluida, porque Toledo adelantó a los rojiblancos -que acabaron con diez por expulsión de Gerardo- a veinte minutos del final. Esparza neutralizó la desventaja de inmediato y Jordi Martí completó el vuelco en los últimos instantes.

Buena tarde también para el Real Unión, que celebró su cuarto triunfo consecutivo en el Stadium Gal. Los irundarras derrotaron a la Gimnástica (1-0), que acabó en inferioridad por la expulsión de Mario, con un gol de Juan Domínguez de penalti al filo del descanso.

El que no acaba de reencontrarse con la victoria es el Amorebieta, aunque al menos acumula dos jornadas en positivo. El último punto lo consiguió ayer en Noja (0-0), en un encuentro con numerosas y buenas ocasiones en ambas áreas.

Bastante peor le fueron las cosas al Barakaldo, que acumula ya siete semanas sin poder celebrar un triunfo. Ayer ni siquiera pudo empatar con el Zaragoza B (1-3), pese a que los maños disputaron en inferioridad los últimos veinte minutos. Se adelantó, precisamente, el filial aragonés por medio de Mateu en la primera parte. Basagoiti, de penalti, restableció el empate en el 72, pero los goles de Kevin y Jorge Fernández en la recta final ensombrecieron Lasesarre.