Caja Laboral Baskonia se lleva el «derbi cooperativo»
Triunfa Salgado, pero gana Nocioni
Los gasteiztarras sufrieron mucho más de la cuenta ante un Lagun Aro GBC que jugó mejor, gracias al acierto triplista de Javi Salgado. La réplica de Nocioni, el dominio reboteador y un palmeo postrero de Nemanja Bjelica decantaron la balanza para los de Zan Tabak.
LAGUN ARO GBC 69
CAJA LABORAL BASKONIA 71
Arnaitz GORRITI
La vida no es justa y el baloncesto, tampoco. Definitivamente, Lagun Aro GBC firma el peor arranque de su historia desde que juega en la Liga ACB Endesa después de caer ante el Caja Laboral Baskonia. Con los rumores de salida de Andrés Nocioni a Turquía, el Chapu se reivindicó jugando quizá el mejor partido desde su regreso de la NBA: 21 puntos y 14 rebotes, manteniendo a flote a la escuadra gasteiztarra cuando los locales amenazaban con romper el derbi.
Porque fue el conjunto donostiarra quien mereció ganar. Sobre todo Javi Salgado. Con 27 puntos -7 triples-, 5 asistencias, 2 rebotes y 2 robos, para una valoración de 32, el base de Santutxu triunfó por encima de todos, y conectó con jugadores como Ibekwe o Guillem Rubio. Salgado venció por la mano a Rochestie y Heurtel, y Tabak debió jugársela con Cabezas defendiéndolo cara a cara para impedir que recibiera el balón.
Con todo, hubo otros detalles que decantaron el duelo del bando gasteiztarra. Por ejemplo, los rebotes. Los baskonistas dominaron el rebote -42 contra 28-, logrando además 15 rechaces en ataque. Fue, de hecho, un palmeo de Nemanja Bjelica tras un tiro errado por Oleson lo que estableció el 69-71 final, a escasos segundos. Los donostiarras tenían 25 segundos para anotar, pero su ataque fue malo, con Salgado muy bien marcado por Cabezas. Un Raulzinho Neto particularmente acelerado fallaba un triple al borde del final de la posesión y, aunque el rechace -balón fuera- benefició a los de Sito Alonso, a falta de segundo y medio para acabar el derbi, el tiro de Ibekwe, que hubiera forzado la prórroga -una vez más, Salgado no pudo recibir el balón-, se estrelló contra el aro. El disgusto de los donostiarras tras el partido estaba justificado.
Un inicio engañoso
Pero el inicio no profetizaba lo que más tarde iba a pasar. Y es que resultaba casi un déjà vu ver el mal inicio de Lagun Aro GBC, viéndose con diez tantos de desventaja, 1-11, gracias a la buena arrancada que comandaba Heurtel. El Baskonia decidía darle descanso a San Emeterio por culpa de un golpe en el gemelo, y también porque se sabía superior ante un rival que tiene las alarmas encendidas.
Ni con las alarmas encendidas lograban los pupilos de Sito Alonso sacudirse de la modorra dominguera, incapaces de sumar más de 10 puntos en todo el primer cuarto, errando hasta cuatro tiros libres y malgastando los cinco triples que lanzaron. Los de Zan Tabak imponían su físico, y jugadores como Causeur o Milko Bjelica mejoraban pasadas prestaciones para erigirse en líderes anotadores, mientras que Nocioni se encargaba de cerrar el rebote.
El «invento» de poner a Qyntel Woods como ala-pívot no terminaba de resultar y la explosividad de Jermaine Taylor se topaba con la muralla defensiva gasteiztarra, realmente grande cuando Tabak decidía alinear a Nemanja Bjelica de alero, Milko de ala-pívot y Pleiss.
Pero en estas que los baskonistas tampoco rompían el partido, y bajo la alerta de la tercera personal de Raulzinho Neto, Sito Alonso hallaba varias claves. Por un lado, Salgado empezaba su clínic con sus mejores minutos ante un Taylor Rochestie que sufría ante el director de Santutxu. Asimismo Rubio y, sobre todo, Ibekwe, reforzaban el juego interior donostiarra gracias a su movilidad -la conexión entre Salgado e Ibekwe dejó canastas espectaculares del internacional nigeriano tras rápidos pick'n rolls, con los pívots baskonistas perdidos en la línea del triple y Tabak bramando por las malas rotaciones defensivas-.
Además Papamakarios y Dani Díez lograban parar a los aleros baskonistas, ayudados -por otro lado- por las defensas zonales 2-3 que de vez en cuando ordenaba Sito Alonso poner en práctica, lo que multiplicaba las pérdidas gasteiztarras -16 en total-. Un mate de Ibekwe adelantaba por primera vez a los locales, 36-35, pero una suspensión de Rochestie ponía otra vez en ventaja al Baskonia: 36-37.
Entre perros flacos
Como pareciera que la reacción de Lagun aro GBC iba a fenecer con el tiempo de descanso, esto no fue así. Javi Salgado se puso el Kalashnikov en el brazo derecho para volver a dar la ventaja a los donostiarras a golpe de triple, ante un Baskonia algo atónito por lo que estaba viviendo. Solo Nocioni se mostraba atinado, logrando 8 puntos necesarios ante un Gipuzkoa Basket que no lograba escaparse a pesar de hacerse totalmente con el tempo del partido.
Sito Alonso daba descanso a Ibekwe con Doblas y el de Pedreña respondía, aparte de poner a Neto en danza en lugar de Papamakarios. En el bando gasteiztarra, Tabak -que no dudó en expresar su furia con alguna defensa de los suyos, amén de con alguna pérdida de balón, especialmente de la «pareja artística» compuesta por Milko Bjelica y Lampe, que dejaba escapar balones que ya tenía controlados- debía dar el timón a Cabezas para defender a Salgado.
Sin embargo, el partido entraba en el último cuarto 60-57 tras un triple en carrera y sobre la bocina de Oleson. La iniciativa, con todo, era donostiarra, hasta el punto que Salgado levantaba al público elevando el 69-65.
Nocioni logró forzar el empate con un triple y un tiro libre -erró mucho el de Santa Fe desde los 4,70 metros- y un palmeo de Nemanja Bjelica, después de varias malas decisiones de Neto, volteaba el luminoso. Salgado triunfó, pero ganó el Baskonia de Nocioni. Tal vez fuera lógico, pero fue injusto.
Era lógico el disgusto del Lagun Aro GBC. Tras una semana bien dura, con el corte de Korolev y el «aviso» de la directiva. A Javi Salgado no le servían sus números ni las sensaciones. «Lo que el equipo ahora mismo necesita, es ganar», sentenciaba.
«El equipo ha estado mejor. Merecimos ganar, pero enfrente teníamos a un grandísimo rival y han sabido jugar mejor los últimos dos minutos; la ansiedad, la situación en la que vivimos, no nos dejaron pensar bien, y ellos, jugando un poco más tranquilos, nos han ganado», dijo.
Sobre la semana vivida, Salgado aclaraba que «no conozco a nadie que salga a hacer mal la cosas, o que no quiera correr o saltar. Simplemente, las situaciones te llevan a una especie de bloqueo que da esa sensación de apatía». Por eso, el de Santutxu confesó sentirse «avergonzado» tras el «toque» de la directiva donostiarra.
Tampoco es que estuviera más feliz Nocioni. «Fue un partido muy disputado y en el que sufrimos. Veníamos dando una imagen no muy buena y creo que de a poquito estamos saliendo. Como dice Zan Tabak, este equipo está muy frágil, pero, no de la mejor manera, conseguimos ganar», subrayó.
Sito Alonso añadiría que «el equipo ha hecho un buen trabajo durante los 40 minutos», mientras Zan Tabak denunció que «una parte del equipo no ha salido con la actitud adecuada. La ACB no permite relajaciones». Con todo, prefirió quedarse con la parte más positiva. «Ganamos el rebote en los tres últimos partidos», dijo.