El ex primer ministro socialdemócrata Borut Pahor será el cuarto presidente de la República de Eslovenia, después de haber vencido ayer en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales al jefe de Estado saliente, Danilo Turk, en un contexto de una grave crisis económica y de un creciente descontento popular, que se ha traducido en protestas -conocidas como «manifestaciones Fcebook»- durante los últimos días.

Según las cifras de la Comisión electoral, Borut Pahor consiguió el 62,74 % de los sufragios frente al 32,76 % de su rival.

La participación fue baja -un 41,76 % frente al 48,25 % de la primera vuelta (un 58% en 2007), la más baja desde la independencia del país en 1991.

Aunque las funciones presidenciales son sobre todo honoríficas, Pahor ha conseguido soprender al volver a la primera línea de la escena política tras el fracaso de su gobierno en 2011.

En los próximos cinco años se ha fijado el objetivo de unir a la derecha en el gobierno, partidaria de una dura política de austeridad, y a la izquierda en la oposición, para salir de la crisis en que se encuentra este república de la exYugoslavia.

El propio Pahor se ha posicionado a favor de las políticas de austeridad del Gobierno de Janez Jansa. El presidente electo estimó que «el resultado es un mensaje claro a los polítco eslovenos. La unidad y la cooperación son necesarias para superar las dificultades». «Profundamente conmovido por el amplio apoyo» de los votantes, abogó por «la confianza mutua», el «respeto mutuo» y «la tolerancia».

Además del apoyo de su formación, el Partido Social Demócrata (DS), también obtuvo, de forma más sorprendente, el de la «Lista de Ciudadanos», que forma parte de la coalición de centro-derecha en el gobierno.

Candidato independiente, pero con el apoyo de la oposición de centro-izquierda Eslovenia Positiva, Danilo Türk, reconoció rápidamente su derrota, atribuyéndola en parte a la baja participación.

La campaña no apasionó a los eslovenos más preocupados por el alto desempleo (11,6 %) y las medidas de austeridad.