Nafarroa necesita aire fresco, no conciliábulos
La ruptura del pacto que mantenían UPN y PSN y la lógica debilidad mostrada posteriormente por el Gabinete de Yolanda Barcina, unidas a la creciente contestación que las políticas del Ejecutivo encuentran en la calle y en las instituciones, han alimentado la esperanza de que en Nafarroa se pueda estar gestando un cambio que responda a sus necesidades reales y a la demanda de la ciudadanía. La mayoría de la sociedad navarra considera agotado el modelo que representa UPN y políticamente amortizada la figura de la propia presidenta, y aguarda, ilusionada en gran medida, aunque también expectante, a que se cierre un ciclo que ha propiciado un panorama desolador en el ámbito socieconómico y lleno de incertidumbre en el político.
Sin embargo, esa posibilidad de cambio no solo aterra al partido de gobierno, cuyas advertencias públicas sobre el escenario que podría abrirse en caso de ser desalojado rozan el ridículo, sino también a sectores del PSN que han medrado al calor de la entente con UPN y que tienen fuertes intereses ligados al actual estatus. Se trata de miembros del aparato de la formación que lidera Roberto Jiménez que estarían maniobrando para reconducir las, en principio, deterioradas relaciones con sus antiguos socios. Es en este contexto donde puede entenderse lo ocurrido con José Antonio Asiáin, figura clave del PSN que ha conseguido que le revaliden al frente de la CAN con el apoyo explícito de Barcina, o en el proceso de renovación del Consejo de Navarra. Dos movimientos que ponen de manifiesto la gruesa maroma que todavía une a ambos partidos.
Está por ver si estas maniobras son reflejo de inercias sistémicas o si cierran de golpe las puertas que los últimos acontecimientos habían dejado entreabiertas. Desde luego, la necesidad de cambio es un sentimiento que trasciende siglas e ideologías, y quebrar esa esperanza no saldría gratis a quien lo hiciera. Lo que Nafarroa necesita es aire fresco, no conciliábulos en los que se decida su futuro al margen de sus ciudadanos.