El guionista y escritor de culto Alan Moore regresa de entre las sombras
Alan Moore, uno de los más aclamados guionistas del cómic moderno, ha abandonado su retiro para sorprender a sus seguidores con un proyecto multidisciplinar que podemos disfrutar a través de internet de forma gratuita. Este singular descenso a los infiernos lleva por título «The Show» y ha sido filmado en colaboración con el fotógrafo y cineasta Mitch Jenkins. En breve, Moore volverá a ser noticia con la puesta en marcha de la adaptación de su cómic «2 Guns».
Koldo LANDALUZE
Recuerda, recuerda el 5 de noviembre, el complot de la pólvora y la traición. No existe el motivo para el olvido de la pólvora y la traición». Los célebres versos populares que fueron dedicados al insurgente británico Guy Fawkes sirvieron como tarjeta de presentación para el enigmático protagonista enmascarado del cómic «V de Vendetta», una historieta distópica realizada con maestría por el prestigioso guionistas de cómic, escritor y mago Alan Moore y el dibujante David Lloyd. Fruto de esta comunión dio como resultado uno de los cómics modernos más aclamados de todos los tiempos y sirvió, sobre todo, para que Moore lograra plasmar buena parte de sus inquietudes anarquistas utilizando los resortes de la literatura, el vodevil y la insurgencia intelectual.
A lo largo del abracadabrante y hermoso discurso que utiliza el protagonista de «V de Vendetta» para crear su discurso inflamable, topamos con frases tan testimoniales como esta: «La anarquía tiene dos caras: la creadora y la destructora. Así, los destructores derriban imperios: crean un lienzo de escombros sobre el que los creadores pueden pintar un mundo mejor. Mas, una vez obtenido, los destrozos tornan irrelevantes las nuevas ruinas».
Cuando prende la mecha de las viñetas
Convulso y convulsionador, Alan Moore ha sido considerado como uno de los mejores guionistas de toda la historia del cómic y uno de los más destacados, sin duda alguna, de los últimos veinte años. En su bibliografía topamos con obras tan referenciales como «V de Vendetta», «Desde el infierno» y la que ha sido señalada como su obra cumbre, «Watchmen». Todas ellas han sido trasladas al medio cinematográfico -incluyendo «La liga de los hombres extraordinarios» o «Constantine»- y en todas y cada una de las ocasiones en las que se ha estrenado una versión de sus obras, Moore ha cargado duramente contra la industria cinematográfica exigiendo que retiraran su nombre de los títulos de crédito o negándose a percibir dinero alguno por estas versiones. Ni siquiera se libró de su airada cólera esa joya y obra de culto fílmica titulada «V de Vendetta». «Leí el guión de `V de Vendetta' -señala el propio Moore-, y sé exactamente lo que harán con él, y no iré a verla. Cuando escribí `V', la política iba a peor en Gran Bretaña. Tuvimos una política conservadora como Margaret Thatcher, disturbios en su contra, y al Frente Nacional y a la derecha en conjunto haciendo serios avances hacia sus ideas. `V de Vendetta' trata sobre todo de cosas como el fascismo y la anarquía. Esas palabras, `fascismo' y `anarquía', no se ven reflejadas en la película. Se ha transformado en una parábola de la era de Bush, en la que la gente es demasiado tímida para hacer sátira política en su propio país. En mi historia original hubo una guerra nuclear limitada en Gran Bretaña, que asoló al país, causó mucho caos y colapsó al gobierno... y una dictadura totalitaria tomó las riendas. Ahora, en la película, tienes a un grupo de siniestros personajes de la derecha -no fascistas, pero sabes que son malos tipos- que han fabricado un arma biológica en secreto, con la que pueden causar mucho terror con el fin de persuadir a la gente para que se una a ellos en sus proyectos políticos. Es un intento frustrado, y quizá impotente a la larga, una fantasía liberal estadounidense de alguien con esos valores que se opone a un estado liderado por neo-conservadores, que no es de lo que va de verdad `V de Vendetta'. Va sobre el fascismo, sobre la anarquía, sobre Gran Bretaña. Y si los hermanos Wachowski se sintieron movidos a protestar por cómo van las cosas en los EE.UU., ¿no hubiera sido más directo hacer algo centrado en el futuro cercano contando las cosas tal y como son hoy en día?».
Moore inició su carrera artística como ilustrador y dibujante de sus propias historias en 1979, pero pasado un año y cansado de sus dibujos, decidió concentrarse y poner todo su empeño en los guiones. Entre sus primeros trabajos descubrimos pequeñas historias creadas para la revista «Dr. Who», perteneciente a la editorial Marvel UK (la división británica de Marvel) y «2.000 AD», de la editorial IPC, para la cual también crearía series de larga duración como «Skizz» (1983), cuyo protagonista era un extraterrestre que llega a la Gran Bretaña contemporánea y es ayudado por una joven adolescente para regresar a su planeta de origen, argumento que casual e inevitablemente nos trae a la memoria la película «E.T.», de Steven Spielberg, que por aquella época estaba a punto de estrenarse en Gran Bretaña, y que fue un encargo personal de la revista «2.000 A.D» al propio Moore.
Para la Marvel británica realizó «Capitán Britania» (1982) con dibujos de Alan Davis y colaboró en el desarrollo y posterior lanzamiento de la revista «Warrior», de la editorial Quality desde su primer número, donde se incluyeron dos de sus primeros y más admirados trabajos: «Miracleman» y «V de Vendetta».
El regreso del mago anarquista
Estos días, Alan Moore vuelve a ser noticia por dos motivos: su primera experiencia como guionista cinematográfico y la puesta en marcha definitiva de la adaptación cinematográfica de su cómic «2 Guns», la cual contará con el protagonismo de James Mardsen, Denzel Washington y Mark Walhberg.
Siempre fiel a su ideario anarquista, perfeccionando su gran pasión -la magia- y recluido en una casa que continúa construyéndose en su ciudad natal de Northampton, este genio creador ha abandonado su retiro para asombro de sus incondicionales y ha llevado a cabo, con la ayuda del cineasta y fotógrafo Mitch Jenkins, la que es, hasta el momento, su primera apuesta propia cinematográfica: un proyecto multiplataforma llamado «The Show» que estará formado por una serie de cortometrajes y que tienen como objetivo invitarnos a ser partícipes de un vertiginoso descenso a los infierno de la psique humana «La magia y el lenguaje -señala Moore- son esencialmente lo mismo. Creo que es sabio y seguro considerarlos como términos iguales. Palabras, escritura, lenguaje... son cosas peligrosas, tienes que tratarlas como si fueran elementos radioactivos. Ni lo dudes. Una cifra que escuché es que nueve de diez escritores tienen o han tenido problemas mentales en algún momento de su vida. Y el 60% de ese 90% -que calculo es el 50% de todos los escritores- verán sus vidas seriamente afectadas por problemas mentales. Esto significa que cinco de cada diez escritores simplemente pierden la razón».
El prólogo de este proyecto conjunto es un corto de 18 minutos titulado «Act of Faith»; y el pasado 25 de noviembre se estrenó, a través de su página web oficial, el mediometraje de treinta y dos minutos de duración «Jimmy's End». Las historias, desarrolladas por varios personajes desde diferentes puntos de vista, versan sobre algunas temáticas utilizadas por Moore en su obra -magia negra, ocultismo y esoterismo- y visionada «Jimmy' s End», podemos afirmar que Moore es un apasionado del imaginario sórdido y perverso de David Lynch y su «Terciopelo azul». En un intento por aportar ciertas claves acerca de su particular imaginario fílmico, Moore señala que «hay un ejemplo perfecto en un libro de Jack Trevor Story, un escritor brillante. Hay una parte en la que habla con una mujer y ella le está narrando eventos que han ocurrido y de pronto ella dice `Alto, ¿esto ocurrió en verdad u ocurrió en una historia mía?'. Y de pronto ella empieza a morirse de miedo y, como él es un escritor, él sabe lo que hay que hacer. Así que empieza a caminar, se le acerca, la golpea y le dice `¿Cómo te llamas?'. Y la vuelve a golpear y le pregunta de nuevo: `¿Cómo te llamas?'. Ella le responde y él le dice: `Bien, lo que acaba de ocurrir es que has confundido por primera vez tu realidad con tu ficción. Pero no te preocupes, te va a ocurrir a menudo. Solo recuerda que eres una persona real y que este es tu nombre. No pierdas de vista la línea'».
«Mi posición –sentencia Moore– suele ser clara: si la película resulta ser una obra maestra, no tiene nada que ver con mi libro. Si es un desastre, exactamente lo mismo. De esta forma hay dos entidades separadas, y la gente lo entenderá así». Tim Burton quiso contratarlo para su primer “Batman”, le ofrecieron escribir “Robocop 2”, pero su accidentada relación con Hollywood no comenzó hasta que surgió “Desde el infierno”. Esta versión de los hermanos Hughes limitaba la ambiciosa propuesta de la novela gráfica y la reducía a una intriga centrada en el descubrimiento de la verdadera identidad de Jack el Destripador.
La indiferencia con la que Moore acogió “Desde el infierno” derivó en serios problemas con el siguiente proyecto, “La Liga de los Hombres Extraordinarios”. Cuando se estrenó “Constantine”, basada en un personaje secundario que creó para “La cosa del pantano”, pidió que se no se le acreditara y que se repartiera el dinero que le correspondía entre los artistas que habían trabajado en dicha serie. “V de Vendetta” agravó los problemas del autor con Hollywood. Su productor, Joel Silver, llegó a decir en una nota de prensa que Moore había leído el guión y estaba «emocionado». El autor, al no conseguir una rectificación, se llevó todo su trabajo de la editorial DC como represalia.
“Watchmen” es, hasta el estreno de “2 Guns”, la última adaptación realizaba de un cómic de un Alan Moore que ha señalado que «Hollywood coge una idea, la infla, la infantiliza y se gasta cien millones de dólares en dar a la gente una breve huida de sus aburridas y en ocasiones rebajadas vidas en el trabajo. Es obsceno y ofensivo. Esa no es la cultura que defiendo».K.L.