Gloria REKARTE Expresa
Indignación
Me van a permitir que yo también me indigne. Pero no con esta indignación de ahora, mesurada, contenida y civilizada. No con la indignación con número y letra, con nombre y apellido, identificada y con depósito legal. No con esa, no. Me van a permitir que sea mi vieja indignación de siempre, con sus rasguños y sin barniz, la que responda cuando los heridos en las manifestaciones brutalmente reprimidas despiertan la suya, nuevecita y tan ordenada. Cuando el encarcelamiento y el régimen FIES a uno de los detenidos el 14N, o el indulto a los mossos torturadores, sacude la suya y la saca del placentero mirador en el que reposaba hasta ahora.
Me van a permitir mi vieja indignación de siempre y no me pidan otra. Porque nada de esto es de nuevo cuño. Porque en Euskal Herria, las pelotas de goma llevan años reventando ojos y hasta arrancando vidas. Porque vidas han arrancado también las sesiones de tortura y miles suman los torturados. Porque ciudadanas y ciudadanos vascos son encarcelados por hacer política. Porque los presos y presas vascas son sometidos sistemáticamente a la aberración de ese régimen incalificable. Y porque mientras tanto, su indignación dormitaba en un mirador con vistas a ninguna parte, con la puerta cerrada y echadas las cortinas, sin molestias, ni ruidos, ni mucho menos gritos, ni los del dolor de los electrodos, ni los que denunciaban la represión, ni los que exigían justicia. Tampoco el júbilo de los torturadores indultados, ni el de los asesinos del GAL excarcelados.
Despierten su indignación por lo que ocurre, que están en su derecho. A mí déjenme mi derecho a la mía, más vieja, más rabia. Al fin y al cabo, la rabia es como la indignación pero no tan hueca.