Jonás Ramalho vistió la zamarra rojiblanca del `mayor' por primera en un amistoso ante el Amorebieta, en Urritxe, en febrero de 2007. Contaba 14 años, 8 meses y 17 días. Saltó al césped en el minuto 66 por Ustaritz; siete minutos después que él, `debutó' su buen amigo Iker Muniain, un año mayor. También jugó de titular en aquel experimental once Ismael López.

Ramalho tuvo que esperar cinco años, hasta diciembre de 2011, para hacer su estreno oficial con el primer equipo, en el Sánchez Pizjuán, aunque fuera solo seis minutos. Jugó otros 45 casi seis meses después, ya en San Mamés, ante el Getafe. Desde entonces y hasta ahora, seis presencias en partidos oficiales.

Ayer, el jugador baracaldés compareció en sala de prensa tras el entrenamiento para reconocer que «cada vez lo veo más cerca», no sin asumir que nada está hecho o, como alguien dijo una vez, el joven futbolista debe saber que el éxito es una escalera que no se puede subir con las manos en los bolsillos.

El ahora lateral, pero también central, de Lezama reconoce que «el camino es poco a poco, tengo que ir con calma y haciendo mi trabajo hasta poder quedarme finalmente con un hueco fijo aquí». Para algunos `expertos' en la cantera rojiblanca su proyección apuntaba a un debut y una consolidación en el primer equipo más temprana, pero la oportunidad parece haberle llegado ahora, sobre todo con la lesión de Andoni Iraola, de quien Ramalho aseguró que es su referencia en ese puesto de banda.

No desentonó en Israel, se ganó la confianza del técnico para torear a un miura como el Barça y haciéndolo con nota, así que Ramalho no puede sino hablar de una «buena experiencia». Enfrente estaban los Iniesta o Jordi Alba, pero el jugador se mostraba satisfecho ayer porque «todo lo que me dijo el mister sobre él -el de Fuentealvilla- lo intenté hacer, y estuve todo lo cerca y encima que pude».

Él sigue el ejemplo de Iraola, y otros siguen su ejemplo. «El mister nos da esa confianza de jugar estos partidos -apuntó refiriéndose a los canteranos-, de que cuente con nosotros para partidos de Liga», defendió la valía de unos cachorros que, recordó, «en Israel lo aprovechamos al máximo».

En su caso, sería Marcelo Bielsa quien decida su continuidad más inmediata en un once en el que estará ausente al menos un par de partidos de Liga más el dueño del lateral diestro, Andoni Iraola. Habrá que ver qué intenciones tiene el argentino para con Ramalho, si piensa en él para este jueves ante el Sparta o si mira también al comprometido choque ante el Celta.

Aduriz reconoce preocupación

De un león en ciernes a un rey de la manada como Aritz Aduriz, que también compareció ante la prensa para mostrarse como siempre sincero, reconocer que «hay que corregir los muchos errores que cometimos» en Barcelona, que «cuando recibes tantos goles no puedes decir que defensivamente hemos estado bien», que «hay momentos en que cuando recibimos un gol el equipo decae un poco» o que «la preocupación es alta».

El donostiarra, sin medias tintas, fue tajante al reconocer que el `caso' Llorente «no está afectando bien a nadie, no es bueno para nadie, ni para Fernando ni para nosotros. Él es el primero que quiere tranquilidad y el mensaje de todos es ese».

Preocupación por la inercia del equipo que no impide mirar al futuro inmediato con optimismo. «Son partidos -los próximos de Liga- muy importantes para cambiar esta dinámica y mirar adelante, partidos bonitos para mirar las cosas con optimismo». E insistió Aduriz: «Estoy convendido de que vamos a estar muchísimo mejor dentro de no mucho».