Pocos aficionados recordarán los tiempos en que la Copa de balonmano se jugaba a doble partido entre todos los clubes de la categoría. La que mejor conocemos es la que se ha disputado en las dos últimas décadas, los ocho primeros al final de la primera vuelta disputaban el título en un fin de semana concentrados en una ciudad-sede y con eliminatorias directas: cuartos de final, semifinales y final.

Asobal decidió hacer un cambio esta temporada para hacer un poco más atractivo el torneo y llevarlo a los pabellones de los clubes más modestos, y como resultado esta edición se iniciará con unos octavos de final a partido único (se jugarán hoy y mañana), entre los ocho primeros clasificados de la pasada Liga, que se emparejaron por sorteo puro con los ocho equipos restantes de la categoría, que actuarán como anfitriones.

Los vencedores se emparejarán, otra vez por sorteo, para jugar los cuartos de final a doble partido (el 27 de febrero la ida y el 27 de marzo la vuelta), y los cuatro que queden se enfrentarán en una Final a Cuatro, en una sede, los días 4 y 5 de mayo.

El atractivo de esta fórmula es inmenso para los clubes más modestos, y seguro que al calor de los propios aficionados se podrá asistir a alguna sorpresa. En Iruñea será difícil que ocurra, porque la bolita emparejó a Anaitasuna con el rival más difícil del bombo, el Barcelona, líder que cuenta sus partidos de Liga y de Champions League por victorias esta temporada: 12 de 12 en la Liga Asobal, y 7 de 7 en la Champions. El Barça dispone de una plantilla con la que podría formar dos equipos y ambos serían aspirantes al título, y en ese sentido parece una eliminatoria sin ninguna opción... aunque Anaitasuna ya le tuteó por momentos en la 1ª jornada liguera en el Palau Blaugrana (16-16 en el minuto 40, 26-19 al final).

Esta tarde en la pista de La Catedral serán siete contra siete (20.00, Merino y Moyano -Castilla y León-), y Anaitasuna ha preparado la cita como un festejo que pretende disfrutar junto a todos sus aficionados. La ocasión merece un esfuerzo extra, la victoria en Cuenca ha reforzado la confianza del equipo y, si bien las posibilidades son mínimas, lo más probable es que de poder ganar alguna vez al Barcelona sería en un partido de estas características, con todo en juego a un solo partido, y además con el apoyo del público. Si el equipo logra encender el ánimo de sus seguidores... quién sabe.

Siguiendo con la idea de convertirla en una jornada especial, Anaitasuna ha declarado Día de Ayuda al Club, todos los aficionados deberán pasar por taquilla (5 euros los abonados adultos, y 10 quien no lo sea, y 2 y 4 para los infantiles), y con la entrada recibirán un bocadillo que les hará más llevadera la tarde-noche... que se podría alargar en caso de prórroga. Etxaburu sigue sin poder contar con Bernatonis, y Novelle será duda.