Puig niega que los Mossos hirieran a nadie en el ojo durante la huelga
El conseller de Interior en funciones, Felip Puig, insistió ayer en que los Mossos d'Esquadra no hirieron durante la última huelga general a Ester Quintana, quien perdió un ojo durante la carga policial. Sin embargo, ella asegura que el responsable fue un proyectil de los Mossos, igual que los numerosos testimonios que se encontraban en el lugar.
Beñat ZALDUA | BARCELONA
«Sé que un mosso con un proyectil me hizo esto». Son palabras de Ester Quintana, barcelonesa que en la última huelga general del pasado 14 de noviembre perdió un ojo durante las cargas de los Mossos d'Esquadra. La frase está recogida en un vídeo que en pocos días ha recibido casi 200.000 visitas. Pese a ello, tal y como hizo en los días posteriores a la huelga, el conseller de Interior en funciones, Felip Puig, volvió ayer a negar que Quintana perdiese el ojo por culpa de una acción policial. En esta ocasión lo hizo en sede parlamentaria.
En el transcurso de la diputación permanente celebrada ayer -órgano que mantiene el Parlament entre dos legislaturas-, Puig aseguró que no saben «qué impactó en la cara de la señora Quintana», añadiendo que han «descartado que tenga el origen en una acción de los Mossos d'Esquadra».
«Imágenes incómodas»
El conseller en funciones -sobre el que se especula su continuidad al frente de Interior tras una legislatura con actuaciones más que polémicas- aseguró que en la zona en la que estaba la persona herida los antidisturbios no lanzaron ningún proyectil, pese a que multitud de testigos aseguran exactamente lo contrario.
Puig prefirió desviar la atención señalando que en dicho lugar «hubo lanzamiento de objetos por parte de individuos, algunos encapuchados».
Pese a ello, Puig abrió por primera vez la puerta a discutir el empleo de pelotas de goma por parte de la policía catalana: «Seguro que a lo largo de la próxima legislatura se podrá evaluar y estudiar el uso de este mecanismo». Algo a lo que CiU y PP se han negado a lo largo de los dos últimos años, pese a que solo en Barcelona ya son siete las personas que han perdido un ojo por culpa de las pelotas de goma en los últimos cinco años.
Puig también calificó de «incómodas» las imágenes de la huelga en Tarragona, en las que tres agentes golpearon a dos menores. El conseller se limitó a señalar que la actuación «parece desproporcionada y podría no ajustarse a los protocolos establecidos» y en uno de los casos indicó que fue «un golpe involuntario y fortuito». Una veintena de personas convocadas por la plataforma Rereguarda en Moviment se ha concentrado ante el Parlament y reclamó la dimisión de Puig y la disolución de la brigada antidisturbios de Mossos d'Esquadra (Brimo).
Por otro lado, con el indulto del Gobierno de Rajoy a cuatro mossos condenados por tortura todavía caliente, el comisario europeo de Derechos Humanos, Nils Miznieks, aseguró ayer que dicha práctica «socava el Estado de derecho» y «envía un mensaje peligroso, ya que fomenta la impunidad». Miznieks instó al Gobierno a reconsiderar su decisión, ya que «quebranta las obligaciones internacionales de España en materia de derechos humanos».
El alcalde de Vic y presidente de la Associació de Municipis per la Independència, Josep Maria Vila d'Abadal, anunció ayer su baja como militante de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), por graves desavenencias con su cúpula, encabezada desde hace más de 30 años por el número dos de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida.
Vila d'Abadal, cabeza visible del sector independentista del partido, acusó a Duran de no escuchar el reclamo de la Diada, después de que el presidente de Unió, durante el último Consejo Nacional del partido, considerara que ha llegado el momento de «rehacer puentes» con el PP
Tres miembros del sector crítico de UDC, integrado en el grupo El Matí, han seguido los pasos del alcalde de Vic. B.Z.