Bildu rechaza que la Diputación de Bizkaia pague 122.000 euros en 2013 a las agencias de calificación y, a cambio, exige que se destinen esos recursos «a objetivos prioritarios». Así lo indica en una proposición no de norma que se analizará en el pleno de mañana en Gernika.

Entre 2008 y 2012, en plena crisis económica, la Diputación de Bizkaia se gastó en servicios de las agencias de calificación un total de 500.000 euros. «Estas entidades -explica la formación soberanista- tiene como objetivo lograr cuantiosos beneficios mediante operaciones especulativas» y -según añade- «han ahondado la crisis económica en contra de los intereses sociales».

Para Bildu deben existir una serie de prioridades a la hora de hacer uso del dinero de todos los vizcainos. «No se entiende que la Diputación de Bizkaia ponga en cuestión reiteradamente la financiación de los servicios socales y, simultáneamente, no preste atención a la notable suma de dinero que destina a las agencias de calificación».

Beneficios astronómicos

Bildu explica que «la teoría dice que las agencias de calificación se dedican a evaluar la capacidad y voluntad de pago de los deudores. En base a esas variables ponen nota a las emisiones de deuda de los bancos y de las administraciones públicas». Se supone que «es para ofrecer información a los inversores», pero la realidad «difiere mucho de la teoría. Las agencias de calificación calificaron con la nota máxima las hipoteca subprime, que una vez que explotó la crisis financiera en EEUU, se demostró que eran tóxica».

Bildu añade que «las agencias obtuvieron beneficios de cantidades astronómicas porque apostaron contra aquellos productos que ellos calificaban con la nota más alta. Cuando se descubrieron dichas actuaciones, las agencias justificaron su comportamiento argumentando que sus calificaciones son meras opiniones y eludieron cualquier responsabilidad».

Bildu, por último, recuerda que en varias ocasiones se ha demostrado que las calificaciones que realizan se deben «a intereses específicos». Entiende que se «trata del casino de las finanzas y las agencias cumplen el papel de consejeros a la hora de apostar». Cree que es «inadmisible» que se mantenga esa partida.